Por Martín G. Iglesias
Recién celebramos un aniversario más del levantamiento social Maya (1847), llamado por algunos “Guerra de Castas”, de ahí surge el término “casta divina”, que es acuñado para aquellos “blancos” descendientes de aquella confrontación.
Quiero aquí traer la atención del lector(a) para comentar sobre las condiciones que dieron origen al levantamiento del pueblo maya: los abusos por parte de sus patrones, el despojo de la tierra de caza y cultivo, la opresión de la iglesia que también tenía sus feudos, así como el derecho de pernada que tenían los dueños de hacienda sobre las mujeres jóvenes al casarse, entre otras “costumbres”.
Además en los pueblos mayas o espacios donde eran recluidos, la vivienda estaba en malas condiciones, no tenían acceso a medicamentos, menos a una educación digna, así como la infraestructura decadente de todo aquello que significaba un espacio para la recreación.
Después de 177 años del levantamiento, las condiciones de vida del pueblo Maya no han cambiado mucho, siguen rezagados en cuanto al desarrollo en todos los sentidos, pues aunque ellos fueron los creadores del territorio quintanarroense, por medio de argucias son despojados de sus tierras, principalmente de aquellas que están en la costa del Mar Caribe. Siguen subyugados por una religión, que de origen, los engañó por medio de un ventrílocuo, y que decir del rezago en infraestructura básica en salud, educación y esparcimiento.
De los casi dos millones de habitantes que somos en Quintana Roo, solo el 10% es mayahablante y la mayoría vive en condiciones de pobreza, aún los que trabajan en el sector hotelero o restaurantero, no logran cruzar la barrera de la pobreza, que aceptan sin protestar, porque reciben paleativos de los gobiernos en turno. Lo que sí es una realidad es que la gran mayoría de los que invierten en Quintana Roo, se han aprovechado, no solo de la denominación “maya”, sino también de la nobleza de sus habitantes.
Hoy, el pueblo maya sufre de gobernantes que solo se aprovechan de ellos, llegan con despensas o migajas para tirarles, con todo el conocimiento de la necesidad por la que pasa la gente de la zona maya. No hay programas específicos en materia de salud para ellos, no hay oportunidad de auto empleo en la zona, no hay parque dignos, caminos en buen estado, escuelas bilingües, y ya no hablemos de la impartición de justicia.
Otra vez, hay 200 mil mayas que no levantan la voz, porque cuando quieren hacerlo, son silenciados con el ruido de las monedas; los cruzoob están de manos caídas y prefieren callar ante los atropellos de los que son objeto. Hoy, la sangre indígena derramada hace 177 años clama justicia para el pueblo Maya, corresponde al gobierno en turno tomar la iniciativa para mejorar las condiciones de vida de los verdaderos dueños de estas tierras. Ahí se las dejo…
SASCAB
Bien por el gobierno del Estado que separó de su cargo al subsecretario de gobierno que participó en una trifulca en un bar de Chetumal el fin de semana pasado.
Manuel Bermúdez Montufar, subsecretario de Licitaciones y Control Documental, quien fue captado en video golpeando a un hombre en medio de una pelea que suscitó en el conocido antro Ágora de la capital del estado, ya no es parte del Gobierno del Estado. Al tiempo…