Casi como desafortunada como su estrategias de campaña para ser diputada local (por el PRI) de 2013 en la que regaló tangas y calzoncillos, ha sido el llamado que ha realizado Susana Hurtado para que cese el embate político entre mujeres de partidos diferentes..
“Nos vemos mal entre mujeres dándonos y golpeándonos entre nosotras. No puede ser posible eso”, reprobó la diputada del PVEM.
Susana Hurtado Vallejo se refirió al debate mediático entre presidenta municipal de Solidaridad, Lili Campos, y la dirigente estatal de Morena, Johana Acosta.
“No hay que agredirnos entre nosotras, no hay que golpearnos, hay que respetarnos. Una representa a un partido y la otra representa a un municipio, y nos vemos mal entre mujeres dándonos y golpeándonos nosotras mismas debajo de la mesa”, insistió.
En realidad, Susana Hurtado hace eco de la máxima machista de “calladitas se ven mas bonitas”.
Diría el clásico: una cosa es una cosa y otra cosa es, otra cosa.
Para vivir en democracia se requiere el debate y el contraste de ideas y posturas.
Pero, Susana prefiere la democracia calladita.