El diputado local, Julián Ricalde dio un golpe de mesa en el Congreso del estado.
Palabras más, palabras menos, Ricalde presentó una propuesta formal para que la XVII Legislatura deje ya de patear la lata en el asunto de Aguakán.
Hay un mandato popular de tronarle los dedos a Aguakán, pero nadie hace nada.
El ex alcalde de Cancun se desprende de prejuicios y ataduras al proponer una comisión especial que le dé seguimiento al caso de Aguakán,
Ricalde no pertenece a Morena (es diputado independiente), y la consulta sobre la continuidad de la concesión de Aguakán, incluso, fue sometido por una adversaria suya, quien, por cierto, ya no le dio seguimiento al asunto.
Si bien la mayoría verdi-morenista insiste en hacerse patos, el mensaje de Julián es que no se pueden remediar aquellas mayorías priistas sumisamente inoperantes y cómodamente monolíticas.