Por Leslie Gordillo/NOTICARIBE PENINSULAR
COZUMEL.- A través de la plataforma Change.org un total de 110.593 personas han firmado la petición “No necesitamos una 4ta terminal para cruceros en la isla”, y mañana seguirán recabando firmas de forma presencial durante la concentración pacífica a las 5 de la tarde en el asta bandera.
Constantemente se siguen uniendo firmantes, pese a que originalmente la petición estaba enfocada en la consulta pública de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), en la cual aseguraron los activistas, no fueron considerados sus argumentos.
“La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), incurrió en actos de simulación, corrupción y diversas irregularidades en la aprobación del Cuarto Muelle de Cozumel”, denunciaron ciudadanos de la ínsula desde noviembre de 2020.
Como parte de los argumentos en contra de la obra que hoy se encuentra suspendida, es que la isla no necesita de un cuarto muelle, debido a que la ocupación de los tres muelles de cruceros, que funcionan en la actualidad, fue apenas del 53% en 2019, es decir tendrían una desocupación del 47 por ciento en promedio.
“Es un proceso sumamente oscuro, plagado de omisiones y de irregularidades en el procedimiento de evaluación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), se hizo una consulta pública, se solicitó reunión con el promovente y la Semarnat, a pesar de todo, lo aprobó hace unos días”, relató el Dr. Adrián Villegas, director general de una consultora, especialista en conocimiento oceanográfico, ambiental y activista para la conservación de la isla.
En las manifestaciones públicas celebradas hasta ahora, han reiterado que de continuar con este Cuarto muelle, el de Punta Langosta se convertirá en un Elefante Blanco, además de que un cuarto muelle no generará más empleos, sino que reemplazará a los que existían en Punta Langosta antes de la pandemia, porque no hay suficientes cruceros en el Mar Caribe para saturar los 3 muelles en Cozumel, un cuarto reducirá aún más los espacios costeros de uso público en Cozumel, y significaría el despojo de las zonas marinas para actividades turísticas.