Matilde Zamora/NOTICARIBE PENINSULAR
FELIPE CARRILLO PUERTO.- A pesar del discurso de austeridad, para despedir el año con su familia la alcaldesa de Felipe Carrillo Puerto, Maricarmen Candelaria Hernández Solís, contrató a la banda de Sinaloa “Tierra Sagrada” para los festejos de fin de año en esta demarcación.
La presidente, además señalada por la propia Auditoría Superior de la Federación por un presunto desfalco de 13 millones 100 mil pesos provenientes del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipalcelebró en con el concierto que ofreció la banda sinaloense en la plaza central del municipio más pobre del estado.
El pasado sábado 31 de diciembre, para despedir el año, y avergonzar a la cúpula de Morena en Quintana Roo, Maricarmen Candelaria Hernández contrató a la banda que cobra aproximadamente 780 mil pesos por dos horas de actuación.
No es la primera vez que Maricarmen Candelaria Hernández, contradice en los hechos el discurso de “primero los pobres” que a diario el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador emite desde Palacio Nacional, y el cual ha sido replicado por la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa.
Mientras el municipio de Felipe Carrillo Puerto se posiciona como el de mayor pobreza y rezago entre la población indígena, quienes carecen de servicios médicos eficientes y empleos.
Aunque el hospital del pueblo carezca de insumos básicos, la alcaldesa prioriza las fiestas privadas, con recursos públicos.
Mary en la mira de la Auditoría
En el último informe de la Auditoría Superior de la Federación el municipio de Felipe Carrillo Puerto figuró con millonarias observaciones por presuntos desvíos de recursos en la Cuenta Pública de 2021.
Entre el universo de las observaciones emitidas por la Auditoría, señala “la falta de documentación justificativa y/o comprobatoria del gasto, obras y acciones que no cumplen los lineamientos generales del FAIS, obras terminadas que no se encuentran en operación, bienes adquiridos no localizados, pago de bienes con precios superiores a los contratados, es decir manejo poco responsable de los ejecutores de gasto”.