Javier Chumacero/NOTICARIBE PENINSULAR
PLAYA DEL CARMEN.- La educación de la Nueva Normalidad tiene sus dificultades para la mamá Sandra y sus hijos Nicole y Axel. En dos días, el aprendizaje ha sido poco, ya que no cuenta con servicio de cable, internet y una computadora.
Son las 10 horas en Villas del Sol en Playa del Carmen. Se supone que a esta hora iniciarán las clases para Nicole de tercero de primaria. Sin embargo, en la pantalla hay multiplicaciones con punto decimal que la niña no entiende. Ella obtuvo un promedio de 9.9 en el pasado curso.
Su hermanito de primer grado debe esperar su turno. Mientras va a la cocina y abraza a su mami. Pasan más de 20 minutos y continúan las lecciones para alumnos de sexto año.
“Ayer tuve que gastar 50 pesos para el saldo del celular, y así que mis hijos pudieran ver sus tareas. Creo que hoy gastaré lo mismo, porque como no les han dado los libros en la escuela”, explica la señora, quien lleva a sus niños al plantel Cecilio Chi.
Sin embargo, cuando les entreguen los libros escolares habrá otro problema: deberán descargarlos en el único teléfono celular que tienen. “No tiene tanta capacidad”, reconoce con una sonrisa.
En la tele ya pasaron a clases de…educación física. “Imaginen que tienen una pelota en sus manos, y ahora la avientan y se ponen a cabecearla”, dice el maestro de educación física. De las lecciones para Nicole no hay noticias.
Afuera llueve ligeramente por causa de “Laura”. Queda esperar hasta que los profesores envíen las tareas por WhatsApp, y de ahí, comprar saldo para verlas en PDF y resolverlas.
En la pantalla siguen jugando con la pelota invisible. Minutos después, una voz con acento español pregunta cuál es el perímetro de un triángulo.