Se entiende que hay mucha prisa por acabar con el Tren Maya, que tiene tremendos rezagos en los tramos 5 sur y 6, ambos en Quintana Roo.
Pero, acelerar el paso de las obras no puede ser a expensas de la vida de los automovilistas, que no les queda más remedio que usar la carretera entre Chetumal y Tulum.
Los trabajos y la presencia de camiones y volquetes sigue aún por la noche.
El “detalle” es que transitan en la carrera volquetes sin luces traseras, ni siquiera con cintas reflejantes.
¿Qué espera el Ejército?
¿Y dónde están las autoridades quintanarroenses, desde el Gobierno del estado, hasta los ayuntamientos, que no exigen que los camiones cumplan con las mínimas medidas de seguridad?
¿Esperan una tragedia?