Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
MADRID.- El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad conocida como COVID-19, continúa extendiéndose por el planeta y ya ha infectado a más de 9,4 millones de personas en todo el mundo, mientras que la cifra global de decesos es de 483,436 y la de los recuperados, los 4,7 millones de personas.
El país más afectado es Estados Unidos, con más de dos millones de contagios y más de 121.000 fallecimientos, seguido de Brasil, que ha rebasado el millón de casos y los 53.800 muertos, y de Rusia, donde se registran ya casi 614.000 infectados, aunque su cifra de fallecidos apenas es de 8.605 personas.
Por debajo se sitúan India, con más de 473.000 contagios, y el Reino Unido, donde ya hay más de 306.000 infectados. Perú, España, Chile e Italia rondan los 250.000 casos, al tiempo que Irán, Alemania, Turquía, Paquistán y México se acercan al umbral de los 200.000 casos. Por encima de los cien mil contagios están Francia, Arabia Saudí, Bangladesh, Canadá y Sudáfrica, mientras que China, el epicentro original de la pandemia en diciembre de 2019, contabiliza oficialmente poco más de 83.400 infectados.
Como resultado de la expansión del virus, más de la mitad de la población mundial ha sido sometida a algún tipo de confinamiento, se ha impuesto el distanciamiento social y los desplazamientos han quedado paralizados, al igual que la actividad económica, provocando una grave recisión por todo el planeta.
En cualquier caso, Europa parece haber superado la fase crítica de la epidemia y ha iniciado un proceso gradual de desescalada, al igual que varios países de Asia y de Oceanía. El foco principal de la pandemia se sitúa ahora en América, donde los contagios siguen creciendo de forma sostenida.
Europa
España (247.486 casos, 28.330 muertes). Tras detetcarse los primeros casos en febrero, el primer fallecimiento en España tuvo lugar en la Comunidad Valenciana el 13 de febrero, aunque fue descubierto en la autopsia posterior; para entonces, el virus se extendía ya por todas las comunidades autóomas y el Gobierno decretó el 15 de marzo el estado de alarma para contener la Covid-19, un estado de excepción que se ha mantenido durante casi cien días. Tras un proceso de desconfinamiento por fases que ha durado varias semanas, el país entraba el 21 de junio en la denominada nueva normalidad, que recupera la libertad de movimientos por todo el territorio y abre las fronteras a los viajeros de la Unión Europea y el espacio Schengen, aunque se mantienen las medidas de higiene y de distanciamiento social para dificultar un rebrote.
Italia (239.410 casos, 34.644 muertes). Fue el primer foco del brote en Europa y es el cuarto país del mundo con más víctimas mortales con coronavirus. El Gobierno italiano paralizó toda la actividad, a excepción de la esencial, durante dos meses y prohibió hasta junio la entrada y salida del país, antes de dar por controlada la epidemia. La aplicación móvil ‘Immuni’, puesta en marcha para poder localizar con mayor facilidad a los contactos de un eventual caso de COVID-19, está ya operativa, con el objetivo de que esté disponible en todo el país y que los italianos “contribuyan a tutelarse a sí mismos”.
Reino Unido es el país de Europa con mayor número de fallecidos y el tercero del mundo. Mientras otros países decretaban el confinamiento, el Reino Unido quiso apostar por una estrategia basada en la inmunidad de grupo y no ordenó el aislamiento hasta el 23 de marzo. El 30 de abril, el primer ministro, Boris Johnson, dio por superado el pico de contagios y el 10 de mayo anunció el plan de desescalada en tres fases que se prolongará hasta julio y que incluye una cuarentena obligatoria para los viajeros que entren en el país. Sin embargo, el Ejecutivo británico reconoce que la pandemia remite más lentamente de lo que esperaban. Actualmente, el país acumula más de 43.000 muertes confirmadas y casi 307.000 contagiados, entre ellos el príncipe Carlos, que superó la enfermedad, y el propio Johnson, que estuvo ingresado en una unidad de cuidados intensivos. El ministerio de Sanidad y Atención Social ha indicado que el número de fallecimientos atribuibles al virus en el país podría superar los 50.000.
Francia es el tercer país de Europa con más muertos con coronavirus, al registrar 29.731 fallecidos con más de 161.000 casos. En confinamiento desde el 17 de marzo, el 11 de mayo empezó a levantar las restricciones, pero mantendrá la emergencia sanitaria hasta el 10 de julio. El país galo, que da por “controlada” la pandemia en su territorio, encargará a una comisión independiente analizar la gestión de la emergencia sanitaria. Francia, el país que recibe más turistas al año en Europa, ha reabierto ya sus fronteras al resto de socios europeos.
Alemania ha superado los 8.900 muertos con más de 192.000 positivos de COVID-19. El Gobierno, que declaró el estado de emergencia a mediados de marzo pero no impuso un confinamiento tan estricto como en otros lugares, afirma tener “bajo control” el embate del coronavirus, por lo que en abril inició la reapertura de grandes comercios, talleres, librerías y peluquerías y el 6 de mayo profundizó en el alivio de algunas medidas restrictivas, siempre manteniendo el distanciamiento social. Un brote en una empresa cárnica, con más de un millar de contagiados, ha puesto en cuestión la desescalada y la inquietud se ha disparado al difundirse que el ritmo reproductivo de la enfermedad ha repuntado con fuerza.
África
En África, el último continente en el que la COVID-19 ha penetrado, apenas quedan rincones donde la pandemia no se haya hecho presente desde que Egipto reportó el primer caso del coronavirus SARS-CoV-2, aunque el registro de casos aún no se ha disparado como en otras áreas del mundo. Este continente de 1.200 millones de habitantes no es por el momento de los más afectados por el coronavirus, pero la OMS ya ha advertido de la “preocupante tendencia al alza” en esta zona y un reciente estudio estima que si la pandemia no se controla, podrían morir hasta 190.000 personas en el continente y hasta 44 millones podrían contagiarse.
Con información de RTVE.