Por Javier Chumacero/Noticaribe Peninsular
PLAYA DEL CARMEN. – A veces se suben cuatro pasajeros, otras dos y en ocasiones va un solitario cliente en las Vans que viajan a Cancún y Tulum. Entre el 50 y el 80 por ciento de las unidades están encerradas y un chofer aventuró “Algún día tendremos que cerrar. No hay gente, no hay trabajo y no hay dinero. Es el Covid-19”.
Pasadas las 10 de la mañana, un operario grita y grita “Pa Cancún”, mientras esperan pacientes tres personas en la ruta que va a la avenida Nichupté en Benito Juárez.
“Ahora cuando mucho damos dos vueltas. Y con un máximo de cinco gentes. No da para más. Antes salía un transporte cada 10 minutos, ahora es cada 20 minutos”, explican los trabajadores del volante.
Metros más adelante en la ruta hacia la avenida Kabah en Cancún el escenario es el mismo. “Un día trabaja el sindicato de aquí, y el siguiente día el sindicato de allá”, refieren.
Las Vans del ADO tampoco cantan mal las rancheras, aunque aquí hay un salario fijo que la empresa ha respetado. Sin embargo, de 50 camionetas laborando hoy sólo salieron 14 a la calle.
Enfrente, los choferes del sindicato de taxistas “Lázaro Cárdenas”, encabezado por Rubén Aguilar, hablan de la posibilidad de pedir créditos, aunque saben que los bancos se las van a poner difícil. “Ayer saqué 200 pesos para la comida, la cena y el desayuno de hoy”, confiesa uno de ellos.
Las largas filas de personas que viajaban a Tulum fueron sustituidas por metros de banqueta vacíos. Antes, indica un chofer cada cinco minutos salían tres Vans, ahora mejor ni te digo. Sólo estamos dando una vuelta al día, añadió.
Con todos los hoteles cerrados el panorama es desalentador, intervino otro compañero del volante. En ese momento había ocho camionetas y ningún posible cliente.