CANCÚN.- La Asociación de Complejos Vacacionales y Turísticos (Acotur) reconoció que será muy complicado alcanzar las metas previstas para este año por la industria vacacional, ante el impacto del COVID-19, que provocó el desplome de la ocupación en Quintana Roo, el cierre de hoteles y el despido masivo de empleados.
Alberto Solís Martínez, presidente de Acotur, adelantó que todavía es muy temprano para evaluar las afectaciones que presentará este sector que genera alrededor de 3 millones de visitantes, más de 12 millones de cuartos noche ocupados y que contemplaba para este 2020, ventas por más de 862 millones de dólares.
“La industria vacacional del Caribe Mexicano está al pendiente de lo que ocurra en el ámbito mundial y estará más que lista para retomar su actividad turística cuando pase la emergencia sanitaria y los gobiernos permitan el viaje de sus connacionales”, señaló.
Llamó al sector turístico y empresarial que se muestre solidario con su plantilla laboral frente a la actual contingencia sanitaria y expresó su confianza en que el Caribe mexicano saldrá más fuerte que nunca de este desafío económico y de salud que enfrenta por el COVID-19.
“La situación es complicada, pero el Caribe Mexicano ha enfrentado en forma cíclica situaciones adversas por fenómenos climatológicos e inclusive por la pandemia de la gripe AH1N1 del 2009, pero siempre ha salido adelante y esta crisis no será la excepción”, apuntó.
El dirigente turístico puntualizó que “será cuestión de apretarnos el cinturón por un momento, cuidar nuestra la salud y la de nuestra comunidad y estar listos para cuando sea el momento, salir más fuertes que nunca para mantener el liderazgo turístico que siempre ha tenido Cancún y la Riviera Maya”.
Alberto Solís Martínez, dirigente de la agrupación turística, que representa a 101 hoteles con más de 38 mil habitaciones, destacó el compromiso de sus asociados por mantener hasta donde sea posible las fuentes de empleo y generar certidumbre a sus más de 55 mil colaboradores en este momento de caída del turismo generada por la restricción de viajes y el cierre de fronteras anunciada en diversas partes del mundo para evitar mayores contagios de la enfermedad que afecta a más de 400 mil personas en 180 países.
“Los clubes vacacionales y la hotelería en general resentirán especialmente el cierre parcial de la frontera entre Estados Unidos y México para viajes no esenciales, más aun considerando que los estadounidenses son nuestro mercado más importante al representar más del 70% de nuestros visitantes”, comentó.