Por Martín G. Iglesias
Reza una máxima que “la campaña más barata es la que se gana, la más cara, es la que se pierde”. Ayer, una persona me preguntaba por qué se pierde una campaña, le dije que por falta de unidad en el equipo de la o el candidato, así como la incapacidad para limar las asperezas con sus adversarios.
Rosario Toscano, analista política, comenta que el consultor Jamer Chica detalla el por qué algunas campañas funcionan mejor que otras, y reúne veinte razones por las que se pierden las elecciones:1. No hay estrategia. Una campaña sin estrategia es como navegar sin rumbo.2. No hay asesores. Un error común es delegar en familiares, amigos, o peor aún, encargarse el propio candidato.3. No se conoce al elector, y por tanto, no puede generar un mensaje que le conmueva.4. Se trabaja bajo la intuición, sin tener en cuenta que todo el presupuesto destinado a investigar el comportamiento electoral es insuficiente.5. Depender sólo del voto duro, de su base electoral. Si no se conquistan nuevos electores todos los días, otros candidatos sí lo harán.6. Hay candidatos sabelotodo, y cuanto más se creen que saben, más vulnerables son.7. No se estudia al adversario. Si no conocemos a quién nos enfrentamos, nunca sabremos las posibilidades de ganar o perder.8. No hay conexión emocional con el elector. Dale a tus votantes una causa y ellos te devolverán un voto.9. No se utiliza la tecnología y, sin embargo, ésta permite contar con un segmento de población mucho más grande. Debe ser gestionada por expertos.10. Se baila al son de los rivales. No se puede permitir que el oponente proponga la agenda, los temas y el ritmo de la contienda.11. No se capacita al activismo de campaña. Salir al campo de batalla con un ejército sin entrenamiento es condenarse a la derrota.12. Se hace lo mismo de campañas anteriores, y cada campaña y candidato tienen elementos únicos.13. No se segmenta la campaña. Las campañas generales no están dirigidas a nadie.14. No se tiene un equipo de campaña competente.15. Se confía en las encuestas, lo que puede llevar a tomar decisiones poco acertadas o bajar la guardia.16. No se hace un presupuesto real.17. Se divide la fuerza en varias campañas, fraccionando el potencial en diferentes candidatos.18. No descansa lo suficiente. Un candidato agotado pierde agilidad, claridad y está propenso a enfermar.19. No está en el terreno. La campaña en tierra es igual de importante que la mediática.20. No estudia y no sabe comunicar.
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Me parece interesante que los coordinadores de campaña tomen en cuenta estas apreciaciones de expertos que analizan el comportamiento electoral. Estamos ya a menos de un mes de que las y los ciudadanos acudan a las urnas para emitir su voto; si bien es cierto que la marca ganadora aporta elementos para favorecer al candidato, también debemos reconocer que no podemos “dormirnos en nuestros laureles”, porque está en juego el destino del municipio, el estado y el país.
Recuerde, para planificar una campaña ganadora son indispensables una serie de requisitos sin los cuales el candidato va directo al precipicio: estrategia, un equipo profesional, adecuada relación con los medios, sintonía con el partido, uso correcto de las redes sociales, capacidad para escuchar a los electores… todo ello es necesario y, sin embargo, no garantizan la victoria. “No existen tácticas infalibles, sino algunas estrategias que pueden llegar a ser exitosas”. Ahí se las dejo…
SASCAB
Por cierto, las cámaras empresariales de Quintana Roo mantienen una iniciativa ante el Congreso de la Unión que busca castigar a los candidatos que a base de mentiras y promesas sin cumplir, ganen las elecciones y obtengan un cargo público; al menos así lo comenta Josué Osmani Palomo Hoil, presidente de la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial (Aliarse) de la zona sur.
Nos dice que esta iniciativa presentada por la Coparmex, busca reformar la Ley general de instituciones y procedimientos electorales, así como el Código Nacional Penal; “Ya se envió un planteamiento en el que se busca clasificar como un posible delito de fraude electoral el presentar propuestas inviables y que, al momento de llegar a ser electo, no sean cumplidas”.
El delito de fraude, una persona a base de engaños recibe un beneficio y en este caso, los candidatos podrían estar obteniendo el beneficio del voto a base de propuestas inviables o que no tenían la intención de cumplir, pero que en su momento las dijeron para obtener el sufragio. Al tiempo….