La proclama de Mara Lezama de combatir la corrupción choca inmediatamente de pared y en su entorno cercano.
Y es que, en su gabinete, más verde, que moreno, figura un icono de la corrupción de lo peor de lo peor del pasado priista de Quintana Roo.
Palabras más, palabras menos, Mara Lezama, dijo en el “curvato de Punta Estrella”.
“Con apego a mis convicciones, me comprometo a no permitir que se hagan negocios al amparo del poder público, lo digo hoy, aquí… ante el pueblo quintanarroense… y el que avisa no traiciona….
“NO voy a tolerar ningún acto de corrupción…
“NO voy a tolerar la prepotencia del poder con el pueblo…”.
Sin embargo, muy cerca de la gobernadora está Irazú Marisol Sarabia May, designada como, nada más y nada menos, como titular de la Secretaría de Obras Públicas.
Identificada con el borgismo y más específicamente con el ex alcalde priista de Isla Mujeres, Juan Carrillo (hoy diputado federal del PVEM), Irazú Sarabia, destaca por haber formado parte de la XIV Legislatura (2013 a 2016) y como diputada del PRI votó una las iniciativas del llamado “paquete de impunidad” con el que Roberto Borge (hoy preso por corrupción) trató de tapar su salida.
Impunidad y desvíos
Pero, eso no es todo.
Un dato NO MENOR es que Sarabia May, si bien fue diputada (y suplente) por un distrito de Chetumal, se fue a Isla Mujeres para formar parte del equipo del ahora exalcalde Juan Carrillo, hoy señalado por desvíos que oscilan los 200 millones de pesos.
Y como funcionaria del equipo de Juan Carrillo no desentonó.
De manera, particular, Irazú Sarabia, como directora de Planeación, es acusada junto con otros exfuncionarios, incluido Juan Carrillo, de presuntos pagos en excesos determinados por la Auditoría Superior del Estado en diversas obras ejecutadas en 2020 en Alumbrado Público por 50 millones 455 mil 471.19 pesos.
Pero Sarabia May llega al gabinete sin problemas y a hacer obra publica.
No se puede ocultar que también tuvo un empujoncito del PVEM.