Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- Un antimonumento en el paso Reforma recuerda a las víctimas de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, de la que hoy se cumplen diez años, y a todos los migrantes muertos en su tránsito hacia Estados Unidos. Con el lema “+ 72 migrar es un derecho humano”, el antimonumento fue instalado frente a la embajada de Estados Unidos, “porque este país tiene responsabilidad en esta historia”.
Con el +72 los activistas y familiares de migrantes no solo recuerdan a los 58 hombres y 14 mujeres asesinados en San Fernando hace hoy diez años. También a las 193 personas cuyos restos se encontraron dispersos en varias fosas clandestinas halladas en el mismo municipio un año después. O a las 49 ejecutadas en Cadereyta, Nuevo León, un año más tarde.
“Hoy instalamos un antimonumento por los 72 migrantes masacrados en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010. Por 58 hombres y 14 mujeres que fueron ejecutados y después abandonados sus restos a la intemperie. Pero no sólo por ellos. La escultura lleva un signo “+” porque son miles, tal vez cientos de miles, las y los desaparecidos y asesinados a su paso por México”, dijeron los activistas en comunicado.
“Aunque la migración es un derecho humano, aunque muchas leyes, tratados internacionales y elegantes foros así lo dicen, lo cierto es que atravesar el territorio mexicano se ha convertido en un viaje peligroso. Pasar por nuestros estados, sea en autobús, tren o caminando, resulta una empresa tan arriesgada que puede costar la salud, la integridad, la vida”, aseguraron.
La instalación del antimonumento sirve para recordar que México sigue siendo un territorio peligroso para los migrantes. Que quienes atraviesan el país buscan llegar a Estados Unidos “huyendo de la violencia, la falta de oportunidades, la miseria, de un sistema que los expulsa de sus países, buscando mejores trabajos y sueldos, una mejor vida para ellos y los suyos”.
“Pero el gobierno estadounidense les ha puesto un muro, una pared infame que no sólo se ha levantado en la gestión de Donald Trump, lleva varios años construyéndose. Les persigue y criminaliza, los trata como delincuentes”, señalaron los activistas. “No es el único, hay también otros muros también aquí, en México. Son autoridades indolentes que les niegan visas humanitarias, policías y burócratas que les persiguen y violan sus derechos. Un muro más, el que levantamos nosotros, la sociedad, cuando hacemos invisibles a los migrantes, sin prestarles ayuda, o los señalamos y discriminamos”.
La masacre de San Fernando tuvo lugar hace diez años. Días atrás fueron secuestrados 74 migrantes procedentes de Honduras, Guatemala, El Salvador, Brasil y Ecuador. Solo dos sobrevivieron. Integrantes de Los Zetas los ejecutaron en el ejido El Huizachal. Desde entonces sus familias piden justicia. Solo 15 personas fueron procesadas pero ninguna condenada y ni siquiera se han tramitado las ayudas a la mayoría de familiares de las víctimas. Además, la inseguridad se mantiene en el tránsito hacia Estados Unidos. En el último año, las ONG han detectado un aumento de los secuestros, tanto entre los migrantes que están en tránsito como entre los devueltos por Washington para esperar en México su juicio de solicitud de asilo a través del plan “remain in Mexico” pactado entre Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador.
Con información de Animal Político