Chetumal, es uno de los lugares en donde menos se entiende a dónde han ido a parar los supuestos ahorros que tanto presume la 4T en su narrativa de bajar los salarios de altos funcionarios y el combate a la corrupción.
Como se sabe, en Chetumal, en la base laboral dominan los trabajadores al servicio del estado con lo que los servicios del ISSSTE son muy requeridos en la capital.
Pero, la situación es más que lamentable en la clínica del ISSSTE capitalina.
Un trabajador que necesita de servicios del ISSSTE en Chetumal está condenado, en el “mejor” de los casos, a seguir enfermo.
Simplemente no hay medicamentos (pero nada de nada) y no reactivos para análisis clínicos. Es decir, un trabajador se va sin atención.
Y por si fuera poco, los empleados del ISSSTE mantiene trato despótico hacia los derechohabientes, el cual “afinaron” en la pandemia.
Las cosas están peor que antes, lo cual tampoco significa que las cosas no estaban mal.
Y nadie, ni los sindicatos, ni los patrones de los trabajadores (incluidos el Gobierno del estado y el ayuntamiento de Othón P. Blanco) hacen nada.
Ser derechohabientes del ISSSTE en Chetumal es prácticamente una condena de muerte.