Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- Padres, maestros y especialistas en educación destacaron que el modelo de clases por televisión es una forma de mantener ocupados a los niños, pero no de garantizar aprendizajes esenciales que sirvan para afrontar los cambios profundos que traerá la epidemia de COVID-19.
Ángel Díaz Barriga, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, así como directores y maestros frente a grupo, señalaron que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no sólo no reconoce la capacidad pedagógica y didáctica de los docentes, comete también un grave de error al desperdiciar la experiencia acumulada en estos meses de emergencia por miles de maestros que han sabido resolver la falta de conectividad de sus alumnos y han logrado mantener un vínculo con ellos.
Alejandra, madre de Bruno, quien iniciará el tercer grado de primaria, considera que lo más importante es que su hijo de ocho años esté tranquilo, que se sienta emocionalmente bien, y si más adelante tiene que reforzar conocimientos, está bien, no tiene por qué aprender lo mismo que si estuviera en la escuela.
Francisco Bravo, director en la primaria Leonardo Bravo y docente con más de 30 años de servicio, destaca que los padres señalan que sus hijos ya están hartos de estar frente al televisor. El programa de Aprende en Casa no sólo los dejó exhaustos por la cantidad de tareas y actividades, también hay hartazgo, por lo que advirtió que los contenidos por televisión sólo pueden ser una herramienta del proceso de aprendizaje, pero no lo central.
Lamentó que, pese a que las guías de trabajo emitidas por la SEP para la pandemia abrían el camino para trabajar por proyectos con los alumnos y generar priorización de contenidos y aprendizajes, en este regreso a clases “no sólo se optó por la televisión, en lugar de confiar en la creatividad pedagógica del maestro, sino que ahora parece que estamos más sujetos que nunca a un esquema en el que fuimos desplazados por la tele”.
Díaz Barriga señaló que si se buscaba resolver cómo llegar a la mayoría de los hogares, la televisión puede ser una respuesta, pero no lo es desde el punto de vista pedagógico, didáctico y de aprendizajes.
La propuesta de la SEP es una decisión que los margina. Otro error es querer tener a un niño frente a la pantalla por cuatro horas para que después haga las tareas que le pida su maestro, quien se enterará junto con él, al momento de la transmisión de los contenidos, qué temas y cómo se abordaron. Ése fue el gran error de Enciclomedia, advirtió.
Con información de La Jornada