Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CHINA.- Semanas después de que China renunciara a su estrategia de cero COVID, surge un nuevo brote. Muchos ciudadanos preocupados van corriendo a las farmacias a comprar medicamentos, mientras los crematorios de todo el país se enfrentan al creciente número de muertes.
Las autoridades chinas anunciaron que limitarán la definición de muertes por COVID-19 solo a los fallecidos por neumonía o insuficiencia respiratoria. Mientras tanto, otros hacen fila en las “clínicas de la fiebre” o se aíslan en casa.
Testigos dijeron a DW que las ciudades chinas más grandes han estado “locamente tranquilas” en las últimas semanas: “El viernes pasado fui al centro comercial y no había nadie. Los únicos eran los repartidores. No veía algo así desde 2020”, contó David, un ciudadano extranjero que vive en Cantón.
Incluso las autoridades locales admiten dificultades para hacer un seguimiento del brote, algo también observado por la Organización Mundial de la Salud (OMS): “En China, se ha informado de un número relativamente bajo de casos en las UCI, pero estas se están llenando. No me gustaría decir que China está activamente ocultándonos lo que está pasando”, afirmó Mike Ryan, director de emergencias de la OMS.
Temor al contagio y escasez de medicamentos
Mientras las escuelas de Shanghái han decidido hacer clases online, las autoridades de ciudades como Guiyang y Chongqing instan a los ciudadanos con síntomas leves a volver al trabajo. Sin embargo, los recuerdos de las personas trasladadas a centros de cuarentena siguen frescos en la memoria de la gente.
Liu, un ciudadano chino, dijo a DW que muchas personas se niegan a volver a la oficina: “Tomar el transporte público o ir al trabajo son cosas que ahora dan mucho miedo. Lo primero que hago ahora al llegar a casa es hacerme un test para ver si me he infectado”.
Ante la escasez de fármacos en China, “algunos tratan de comprar medicamentos contra la fiebre para revenderlos en internet a un precio dos o tres veces superior”, explicó otro ciudadano chino. Varias ciudades impusieron restricciones a la venta de fármacos por persona. En Pekín, por ejemplo, las autoridades están vendiendo píldoras en envases individuales.
Pekín debió centrarse en la vacunación
Chunhuei Chi, director del Centro de Salud Global de la Universidad Estatal de Oregón (EE. UU.), opinó que el nuevo brote se veía venir mucho antes del fin de la estrategia de cero COVID. El gobierno se centró mucho en medidas anti pandemia, lo que impidió aumentar las tasas de vacunación.
“China le dio muchas vueltas al asunto y acabó con una tasa de vacunación insuficiente para los ancianos. Y tras confiar demasiado en la estrategia de cero COVID, falló en asegurar la suficiencia del sistema médico, al tiempo que su población carecía de una inmunidad natural adecuada”, señaló a DW.
Molestia por repentino giro
El fin de las medidas de cero COVID y la ola de contagios que le siguió ha provocado molestia en algunos ciudadanos chinos. En los últimos días, cientos de usuarios han expresado en redes sociales su frustración por la decisión del Gobierno.
“Yo también he dado positivo, y tenemos un bebé de un mes en casa, pero al gobierno no le importa la gente. La idea del Gobierno de que el país se está abriendo de forma ordenada no tiene sentido”, escribió un internauta chino en Weibo.
Ku, un habitante de Pekín, señaló a DW estar sorprendido tras constatar la escasa preparación de las autoridades: “El planteamiento del gobierno es muy irresponsable, y no creo que traten a los chinos como seres humanos”, afirmó.
“Cuando el gobierno cree que la estrategia de cero COVID se ajusta a sus intereses, se aferra a la medida. Pero cuando se dan cuenta de que la economía china tiene graves problemas, deciden abrirse sin tener en cuenta las necesidades del pueblo chino”, añadió Ku.
Con información de DW