Tras las elecciones del pasado julio, ¿Qué celebra el PAN de Quintana Roo y su presidenta estatal, Reyna Tamayo?
La líder panista, que amarró una diputación plurinominal, inició una gira por los municipios para celebrar los resultados del PAN.
Sin embargo, en realidad, el panismo tiene poco o nada que celebrar.
De hecho, se podría decir que estas elecciones fueron la continuación de las crisis de 2022.
Para empezar, el PAN presume haberse convertido en la tercera fuerza política, pero está a 33 puntos porcentuales detrás de la primera fuerza, que es Morena.
El PAN logró un 11.8% de los votos y no ha aumentado ni siquiera un punto porcentual respecto al 2022, cuando obtuvo el 10.9%.
También el PAN celebra haber obtenido dos diputados de representación proporcional en lugar de uno como hace dos años. Sin embargo, esta curul adicional se debe a una enredada y contradictoria aritmética electoral para la asignación de posiciones de representación proporcional.
Por si no bastara, de los 11 municipios del estado, en cuatro quedó como tercera fuerza y en tres (Felipe Carrillo Puerto, Tulum y José María Morelos) no obtuvo ni un solo regidor.
Y, por cierto, no se puede pasar por alto que les fue arrebatado el municipio de Solidaridad (Playa del Carmen).
Con estos números, en lugar de celebrar, Reyna Tamayo debería renunciar como presidenta estatal y además devolver su constancia de diputada de representación proporcional.