Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- El juez de la Audiencia Nacional de España, Francisco de Jorge, interrogó durante 45 minutos al ex presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), Luis Rubiales, al que le impuso una serie de medidas cautelares, entre ellas una orden de alejamiento de 200 metros de la jugadora Jennifer Hermoso. Rubiales está siendo juzgado por los delitos de agresión sexual y coacciones, por los que puede llegar a ser condenado a una pena de hasta siete años de cárcel.
La expectación era máxima. De hecho, en las puertas del tribunal español había decenas de medios de comunicación españoles y extranjeros esperando la llegada de Rubiales. Apareció alrededor de las once y cuarto de la mañana, entró al tribunal y ahí fue interrogado durante 45 minutos, en los que también fue informado de los hechos por lo que fue citado. Es decir, por el beso forzado que propinó a la jugadora Hermoso durante la celebración de la victoria de la Selección española femenina después del triunfo en la final del Mundial de Sidney.
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En un auto, el magistrado rechazó la petición de la Fiscalía de imponer comparecencias periódicas ante el juzgado a Rubiales, así como la solicitud de la abogada de la jugadora, que ejerce la acusación particular, de embargar de forma preventiva los bienes del querellado. Hermoso se encuentra en estos momentos en México, ya incorporada plenamente a los entrenamientos de su equipo, el Pachuca.
Durante el interrogatorio, Rubiales negó la existencia de ambos delitos y mantuvo su versión original, es decir, que el beso que propinó a Hermoso fue “de mutúo acuerdo” y que incluso fue ella la que le cargó en brazos durante la celebración, como supuestamente se ve en uno de los videos que aportó como prueba. Además, Rubiales negó que hiciera coacciones o presiones a Hermoso y a su familia para que le respaldaran a su llegada a España. A la salida de su comparecencia, Rubiales y su abogada se negaron a responder a las preguntas de los periodistas.
Mientras que la abogada de Hermoso, Carla Vall, hizo una breve declaración, en la que afirmó que “estamos en un momento muy incipiente de la instrucción. Nosotros, como la Fiscalía, hemos pedido también medidas cautelares. Jenni, lógicamente, se encuentra afectada por los hechos, por el acto humillante que vivió en el estadio y que ha empañado un hito deportivo. Por lo tanto, pedimos que el trato sea el adecuado para sostener emocionalmente este proceso”.
Y añadió que “todo el mundo vio las imágenes, todo el país las vio. Y podemos decir precisamente que gracias a ello, gracias también al cambio social, al cambio legal, de algún modo podemos sostener que hubo completamente una falta de consentimiento por parte del señor Rubiales”.
Tormenta en la selección femenina
Unas horas después de la comparecencia de Rubiales, se consumó una nueva tormenta en la Selección femenina, ya que tenía previsto dar a conocer la lista de convocadas la nueva seleccionadora, Montse Tomé, pero un grupo de 39 jugadoras, de las cuales 21 formaron parte de la plantilla que ganó el mundial, emitieron una nota en la que anunciaron que no irán a la convocatoria hasta que no se asuman sus exigencias.
En la nota, las futbolistas insisten: “Los hechos que desgraciadamente todo el mundo ha podido ver no son algo puntual y van más allá de lo deportivo. Ante estos actos debemos tener tolerancia cero, por nuestra compañera, por nosotras y por todas las mujeres”. Y añaden que “las jugadoras de la selección española en todo momento hemos tenido una actitud abierta al diálogo, buscando transmitir unos motivos claros y argumentados que entendemos necesarios para poder realizar nuestro trabajo al máximo nivel con el respeto que merecemos”.
Y a continuación pusieron sus exigencias: “Los cambios especificados a la RFEF se basan en la tolerancia cero ante esas personas que desde un cargo dentro de la RFEF han tenido, incitado, escondido o aplaudido actitudes que van contra la dignidad de las mujeres. Creemos firmemente que se requieren cambios contundentes en los puestos de liderazgo de la RFEF y en concreto, en el área del futbol femenino. Todas estas personas entendemos que deben estar lejos del sistema que debería protegernos y que por desgracia se aleja mucho de una sociedad avanzada”. Estos cambios son: reestructuración del organigrama de futbol femenino (señalar a un nuevo directivo y cambiar el staff técnico); reestructuración del gabinete de la presidencia y secretaría general (Andreu Camps); dimisión del presidente de la RFEF (Pedro Rocha); reestructuración del área de comunicación y marketing (entre otros el jefe de comunicación, Pablo García Cuervo); y reestructuración de la dirección de integridad.
Con información de La Jornada