Hay cosas en Quintana Roo, que han roto la barrera de los surrealista.
En estos tiempos de redes sociales, en los que cualquiera es creador de contenido, es inverosímil que una persona presa y sentenciada culpable, tenga un programa de comentarios políticos y trate de influir entre los ciudadanos y electores.
Y es aún mas increíble, casi irracional, que , una persona que fue detenida, extraditada a Estados Unidos, bajo cargos de narcotráfico y finalmente sea sentenciada por lavado de dinero, tras un arreglo en los fiscales y el acusado.
Y esto ocurre en Quintana Roo, en donde el exgobernador Mario Villanueva, como “streamer” hace política y política de guerra sucia a favor del binomio Morena-Verde.
En su programa, Villanueva arremetió contra la alcaldesa de Playa del Carmen, Lili campos, la única figura del Frente Amplio y, prácticamente, la única opción ganadora, hasta el momento de la oposición quintanarroense para 2024.
Pero, Mario Villanueva, que es declarado seguidor del Partido Verde y cuya libertad depende de Morena, actúa de manera sesgada y personal, además, claro, de ofrendar sus servicios a Morena-PVEM.
Y lo más absurdo de esta capítulo, es que Mario Villanueva, que ahora hace gala de la libertad de expresión, como gobernador persiguió y amenazó a periodistas.
En un contexto en la que se ha perdido la calidad de asombro, en Quintana Roo ocurren cosas que no superan los increíble.