Hugo Martoccia
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El gobernador Carlos Joaquín estalló en furia el fin de semana pasado, luego de que el PAN no aceptara a la titular de Sefiplan, Yohanet Torres, como primera plurinominal. Un sector de colaboradores del mandatario le armó un relato de lo sucedido, que contaba estérilmente supuestos votos en contra de la funcionaria en la Comisión panista. Era innecesaria esa pantomima. La decisión de no darle nada a Carlos Joaquín se gestó hace mucho en el CEN del PAN.
Era lógico. El blanquiazul se cansó de la idas y vueltas políticas del gobernador. Nadie pensó nunca en pelearle la elección a MORENA, saben que es imposible. Pero tampoco quieren ver al partido hundido electoralmente. Hacia allí iban (o van) irremediablemente.
En ese contexto, darle una diputación a Yohanet era permitirle a Carlos Joaquín jugar a dos puntas, y debilitar al partido. Eso se hizo varias veces, y el PAN y el PRD lo tuvieron que aceptar, porque era el gobernador. Pero ya no era opción aceptar ese papel otra vez, en un sexenio que se acaba.
En la Ciudad de México ponen hasta en duda el enojo de Carlos Joaquín. Creen que el fluir de los acontecimientos de los últimos días dejó en claro que quizá el gobernador nunca quiso que la titular de Sefiplan fuese plurinominal del PAN. El domingo 6 de marzo, cuando los panistas no aceptaron a la ex funcionaria en esa posición, y el gobernador les hizo saber su enojo, la realidad es que ya hablaba con Jorge Emilio González Martínez.
A los pocos días, el nombre de Yohanet sonó en el PRD, pero algo había cambiado. Nadie vio la mano del gobernador operando esa situación. A la distancia, parece que de antemano había decidido su camino hacia la 4T, y sólo buscaba la salida más justificada.
La llegada de Yohanet al Verde Ecologista como primera plurinominal, de confirmarse, es el rompimiento formal de Carlos Joaquín con sus anteriores aliados. Una versión muy sólida dice que una vez pasado el proceso electoral, con Mara como gobernadora electa, dejará el cargo de gobernador para sumarse al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Pero quizá las cosas se adelantaron demasiado. Carlos Joaquín puede quedar en medio de un fuego cruzado en la campaña, que no será una buena despedida de su gobierno.
Referentes nacionales del PAN y PRD ya mencionan en voz baja la palabra traición. Y quizá podrían llevar esa queja a la arena pública, lo cual no sería una buena noticia en este momento.
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EL NEOJOAQUINISMO Y LA CAMPAÑA
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El sur del estado se ha convertido en un bastión electoral contrario a Carlos Joaquín. Hoy, el PAN y el PRD lo entendieron, y huyen de cualquier relación con el gobernador (no le dejaron ni un candidato en pie).
Si Laura Fernández quiere hacer algo para pelear la elección, se puede convertir en anti joaquinista, y a su vez contraria a Mara. La realidad le ha regalado un discurso que hasta hace pocas horas no tenía.
Para José Luis Pech es más fácil aún: su discurso es contra el Verde Ecologista y Mara, pero sin despegarse del todo de la 4T. Podría sumar a ese combo convertirse en férreo opositor a CJ. Hasta Leslie Hendricks y Nivardo Mena podrían aprovechar la coyuntura.
Ese escenario no es nada bueno para el gobernador; nunca es bueno ser el objetivo de todos los candidatos. Quizá la mejor opción hubiese sido esperar hasta después del 5 de junio para dar el salto a la 4T.
En el entorno de Carlos Joaquín minimizan esa situación. Dicen que MORENA es un monstruo electoral al que no lo afectan esas nimiedades. También minimizan un posible rompimiento de los bloques oficialistas en el Congreso. El nuevo oficialismo es la 4T, dicen. Aseguran que la salida de Carlos Joaquín del poder será muy tersa, y hacia otro espacio de poder. Y dicen que al PAN y PRD le dio todo lo que podía darle, y nunca lo aprovecharon.
Como todo rompimiento, tiene dos versiones contrapuestas.
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LA INCONFORMIDAD DE MARA
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La única que va a tener que hacer malabares para dar un mensaje de campaña va a ser Mara. La carga de la prueba de no ser neojoaquinista queda ahora para ella, por el flaco favor que le hizo Jorge Emilio al aceptar un acuerdo con Yohanet en estos momentos.
El jueves en la noche, en la reunión con su equipo en el estado, el líder verde ecologista dijo que Mara debía arrasar el 5 de junio, pero en ese mismo momento cerraba un acuerdo con Carlos Joaquín. Un contrasentido.
Jorge Emilio hizo en una habitación cerrada un acuerdo que lesiona el mensaje en la calle. El líder verde ecologista elevó casi a la categoría de arte el sentido de oportunidad en las negociaciones políticas. Pero quizá esta vez tensó la cuerda un poco de más. Su negociación podría generarle un conflicto a Mara; un conflicto con la gente de a pie, con los votantes, con los que él no está acostumbrado a lidiar, y a los que no ve ni toma en cuenta.
La candidata de MORENA no tiene ningún problema personal con Yohanet, pero está convencida de que es un error hacerla candidata a diputada de la 4T. Sin embargo, no operó en contra; no quiere conflictos en este momento y no hará nada al respecto.
La mejor noticia que podría recibir Mara es que lo de Yohanet no se haga. Como lo dio a conocer este medio en diversas notas, si el Verde Ecologista gana tres distritos es muy posible que no obtenga plurinomionales, porque podría quedar sobre representado.
También, si las dos candidatas del Verde ganan en sus distritos (Cristina Alcérreca en el 4 y Estefanía Mercado en el 10) la primera pluri debería ser para un hombre, que sería Francisco “Paco” Elizondo.
Y el tercer tema es que aun persiste la duda de si realmente Yohanet renunció a tiempo a su cargo, y no firmó ningún documento como titular de Sefiplan después del 6 de marzo. Cualquier de esos tres temas podría acabar con su candidatura.
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LOS GANADORES DEL 5J
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Viendo el escenario actual, quizá los principales ganadores del 5 de junio no estén en la boleta.
Jorge Emilio tiene en sus manos la presidencia municipal de Benito Juárez con Ana Paty Peralta; la reelección en 2024; la posibilidad de quedarse con Cozumel y Solidaridad en 2024 (previos triunfos en los distritos este año) y tendrá posiciones muy relevantes en el próximo gobierno estatal de Mara Lezama. Es un claro poder tras el trono, a punto tal que puede negociar cosas casi a espaldas de todos.
Carlos Joaquín, con su salto a la 4T, tendrá una salida tranquila del poder, y quizá deje a una de sus manos derecha en el Congreso para arreglar lo que haya que arreglar. Su gobierno deja muchos pendientes, pero muy posiblemente esos pendientes los deba absorber la 4T como propios.
Al gobernador se le podrán decir muchas cosas de su gobierno (este espacio las ha dicho) pero lo que se no le podrá negar es que tuvo una gran visión para entender hacia dónde se movía el péndulo político y electoral del estado, y actuar en consecuencia.
Nunca armó un proyecto sucesorio propio, porque no tenía sentido. Desde 2018 supo que tendría que entregar el poder a MORENA, y eligió sumarse abiertamente a la candidatura de Mara.
Hasta hoy, Jorge Emilio y Carlos Joaquín son los principales ganadores del 5 de junio, mientras todos los demás deben pelear sus batallas mirando a la gente cara a cara.
Quizá algo no funciona del todo bien en una democracia cuando los grandes ganadores se mueven tras bambalinas, y están convencidos que no van a tener que rendir cuentas a nadie.