Este domingo, las diputadas Cinthya Millán, del PAN, y Candy Ayuso, del PRI, le empezaron a aligerar el trabajo a los operadores del Frente Amplio por México.
No hay nada que justificar que Millán y Ayuso votaran a favor de la reestructuración de la deuda, para lo cual la 22 de Enero tenía los diputados más que suficientes para extender los plazos del pago de los pasivos bancarios históricos del estado.
La 22 de Enero necesitaba sólo 13 votos, y aún sin los de Millán y Ayuso, hubiera alcanzado 21 ¡¡ocho más de los requeridos!! (tomando en cuenta además que los dos diputados del PT por estatutos anticiparon su voto en contra)
Pero, era obvio que en la 22 de Enero querían U-N-A–N-I-M-I-D-A-D.
Y las diputadas Cinthya y Candy dejaron a un lado a sus partidos y volvieron a envestirse en su atuendo de oposición “responsable”, la frase que se usa para justificar lo injustificable.
Pero, no es la primera vez que Millán y Ayuso son oposición “responsable”. No hace mucho levantaron el dedo para apoyar la designación de Raciel López, como Fiscal, pese a sus antecedentes como jefe de la Policía de Puebla.
Y lo peor es que como las diputadas Millán y Ayuso hay muchos aspirantes del PAN y PRI, que se han destacado más por sus servicios prestados a Morena y la 22 de Enero.