Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
MADRID.- El Real Madrid no aplazó la conquista de LaLiga. No suele hacerlo. Está escrito en el ADN del club con más títulos en esta competición. Frente al VIllarreal, uno de los equipos más en forma tras el parón, ganó subrayando todas las virtudes que le han convertido en ese equipo fiable y sólido que no consiguió cristalizar antes de marzo. Los blancos conquistaron el torneo más largo y complejo de la historia con todos los méritos. Es el mejor. Sin discusión.
En cambio, el Barcelona, como si estuviera resignado al título, perdió 1-2 contra el Osasuna.
Hubo un tiempo en que las Ligas se convirtieron en rutina para un madridismo que, en su eterna insatisfacción, ponía el pero de la Copa de Europa. Es un síntoma de grandeza del club, incomparable en cuanto a títulos mayores. Los años colocaron en su justo lugar aquel repóquer de títulos del Madrid de la Quinta, también el mejor fútbol blanco en décadas. Parte de aquella autoridad se reconoce en el imponente tramo final de esta Liga, el quinto título grande para Zinedine Zidane. El sello del entrenador francés es indiscutible. Después de marcharse y regresar por sorpresa, recogió un grupo hundido, sin opción a título alguno desde abril, para devolverle su orgullo y esplendor. Lo ha vuelto a hacer.
Luka Modric es un buen ejemplo de la sorprendente reconstrucción. El protagonismo del croata en el desenlace de la temporada es absoluto, archivando aquella versión desangelada de la pasada temporada. Su línea ascendente cristalizó frente al Villarreal, comandando el juego blanco con una autoridad insultante. Sirva como ejemplo la jugada que originó el 1-0, en una mala salida de balón de Chakla que intuyó Casemiro y Modric tradujo en medio gol. Benzema convirtió el otro medio con un remate duro, cruzado, bajo las piernas de Asenjo.
Fue el reflejo de la superioridad táctica blanca. Es cierto que la alineación de Calleja fue raruna, con algún poco habitual como Chakla. El central sufrió con la movilidad de Benzema y pagó con tarjeta la habilidad de Hazard, sorpresa en el once blanco. No podía faltar en el duelo definitivo el toque sorprendente de Zizou. Además, llegó la noticia del gol tempranero de Osasuna en el Camp Nou para serenar aún más el panorama. Al descanso, el título se daba casi por descontado.
El regreso de vestuario trajo una buena noticia. Bruno Soriano al campo. El mediocentro recibió el abrazo cálido de Ramos y se colocó en su puesto de mando, haciendo reconocible al Villarreal. También ingresó Ontiveros y los amarillos se plantaron mejor, aunque sin generar muchos problemas al cinturón de seguridad blanco. En cambio, Modric volvió a lucir precisión con un pase de exterior perfecto, por fuerza y dirección, para Carvajal que sacó Asenjo.
Como el partido no estaba liquidado, Calleja metió más pimienta con Iborra y Cazorla. Zidane repitió la táctica de Granada y cambió las bandas, esta vez con Vinícius en la izquierda y Asensio en la derecha. No produjo mucho efecto porque, con marcador a favor, el Madrid racanea y protege su renta. Tampoco podía faltar la polémica en el desenlace de la Liga. Un robo de Ramos en campo propio desató al camero que se fue al área contraria, buscó a Chakla y cayó al suelo. Hernández Hernández señaló penalti y en el VAR no le avisaron que si alguien buscó el contacto fue Ramos. El capitán no pareció ceder el lanzamiento, pero preparó el lanzamiento indirecto para Benzema. El francés, y algún jugador amarillo, entraron antes y el colegiado ordenó repetir. Esta vez tiró Benzema, que anotó junto al poste.
El 2-0 tan discutido encendió a los amarillos, con más dominio ya desde antes del tanto. La respuesta fue casi inmediata. Un centro desde la derecha de Mario encontró a Iborra que cabeceó perfecto junto al poste. Zidane agotó cambios buscando la reacción desde el centro del campo, con Isco y Valverde por Modric y Kroos. Apareció entonces Courtois para salvar el empate en una doble parada extraordinaria, a una falta lateral y a un remate a bocajarro de Bruno. No hubo más sustos, y aunque el VAR rebañó el tercero tras un jugadón sobre la línea de fondo de Vinicius, el título estaba ya hecho. El Madrid es campeón. Gloria al mejor.
Con información de Marca