Francisco Javier Robles/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Uno de los momentos más álgidos y de mayor relevancia durante la protesta de las madres buscadoras en zona hotelera, fue cuando surcaron el “Callejón de los Milagros”, de la zona de bares y discotecas del kilómetro nueve.
Acceso comercial donde Rosa Padilla Macías, procedente de Estados Unidos, exigió que le devuelvan a su hijo Francisco Antonio Padilla Macías, de 25 años de edad (en aquel entonces) o información sobre su paradero.
Gritaba precisamente frente al centro nocturno Kiss Night Club, lugar donde fue privado de su libertad por personal de seguridad, el 13 de marzo de 2018.
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“Por favor, le pido a las autoridades que me ayuden a encontrarlo. Les pido su colaboración a las personas del lugar. Si algo saben, háganlo saber. Mi hijo se llama Francisco Antonio Padilla Macías, originario de Jalisco, era trabajador. Solamente vino a divertirse como todo muchacho, y fue desaparecido por dos guardias de seguridad dentro del Kiss Night Club”, exclamó la preocupada mujer.
Mientras caminaba por el callejón y recibía el apoyo de los locatarios, explicó que desde aquella fecha desconoce el paradero de su bástago y que tenía un año radicando en Cancún, Quintana Roo.
Aseguró que las investigaciones no avanzan, como la de todas las madres manifestantes, pero advirtió que continuará viniendo desde el país del norte donde radica, para exigir el esclarecimiento del caso de Francisco Antonio.