Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
El presidente de Chile, Gabriel Boric, se refirió durante la XXVIII Cumbre Iberoamericana en República Dominicana a los hechos de persecución política que el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua ha emprendido contra los opositores de su país, tras quitarle la nacionalidad a más de 90 políticos críticos a su dictadura.
“No es aceptable de parte nuestra callar ante la dictadura familiar de Ortega y Murillo en Nicaragua que acaba de privar de su nacionalidad a 94 opositores”, denunció el mandatario.
“Ortega pareciera no saber que la patria se lleva en el alma y la sangre, y no se quita por decreto. Hoy vemos en el mundo entero amenazas que acechan las democracias”, agregó
El presidente chileno criticó la deportación de más de 200 presos políticos por parte del régimen sandinista en Nicaragua e insistió que “los problemas de la democracia se solucionan con más democracia y nunca con menos”.
Recientemente en una conversación con Infobae, el papa Francisco también se refirió a la dictadura nicaragüense y aseguró que “es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras”, dijo el sumo pontífice.
Luego de las contundentes declaraciones del papa Francisco a Infobae, el dictador Daniel Ortega ordenó la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
El régimen habría adoptado la decisión unas horas después de que se publicara la entrevista en la que, además, el Pontífice comparó al régimen de Nicaragua con una “dictadura hitleriana”.
La representante del régimen sandinista ante la Santa Sede “comunicó verbalmente” la decisión en la Secretaría de Estado del Vaticano. Horas después de que se conociera la noticia, el ministerio de Relaciones Exteriores del régimen emitió una declaración oficial en el que no utiliza el término ruptura pero sí confirma una “suspensión de la relaciones diplomáticas”.
Francisco hablaba de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, quien hace un mes fue condenado a más de 26 años de prisión por delitos considerados “traición a la patria” y un día después de negarse a ser desterrado por el Gobierno de Ortega a territorio estadounidense.
El obispo rechazó subirse al avión que lo llevaría, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, todos opositores, hacia Estados Unidos, lo que provocó la furia de Ortega, que lo tachó de “soberbio”, “desquiciado” y “energúmeno”.
Con la ruptura, Nicaragua ingresó en el grupo de trece países que no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede: cuatro comunistas (Vietnam, Corea del Norte, China y Laos) y ocho son musulmanes (Somalia, Omán, Mauritania, Maldivas, Islas Comores, Brunéi, Afganistán y Arabia Saudita), el otro es Bután, un reino budista en el sur de Asia.
Por su parte Boric, quien clausuró la Cumbre Iberoamericana de Jóvenes Líderes este viernes, donde habló de “avanzar más en materia de integración” antes de plantearse la idea de crear una moneda común, como proponen Brasil y Argentina, aseguró que “la integración son caminos muy largos y pensar que una moneda única en América Latina per se nos va a integrar es ingenuo y voluntarista. Tenemos mucho camino que avanzar antes”, indicó el mandatario progresista.
Boric enumeró una serie de iniciativas que, en su opinión, podrían mejorar la integración en la región, como la Alianza del Pacífico o el Corredor Bioceánico entre Argentina, Brasil, Paraguay y Chile.
Los caminos hacia una mayor integración, la defensa de la democracia y de sus instituciones, la migración venezolana y las recetas contra la inflación centraron las intervenciones públicas de los primeros jefes de Estado y de Gobierno llegados a Santo Domingo para participar en la XXVIII Cumbre Iberoamericana.
Con información de Infobae