En Cozumel, regidores tanto del bloque morenista como de oposición quieren una despedida “como se la merecen”.
El detalle no solo es que esas prácticas de pedir una especie de bono de salida eran propias del viejo PRI (que se supone está casi extinguido en Quintana Roo), sino que además la alcaldesa saliente, Juanita Alonso, tiene un presupuesto muy ajustado para poder cumplir el último “capricho” de los concejales.
De hecho, algunos regidores, desde hace unas semanas, han pretendido no irse con las manos vacías; incluso, en bloque, dieron por “perdidas” las laptops que la Comuna les había asignado para sus labores. Pero quieren más, y en efectivo.
El “bono de salida” por cada regidor fue tasado en 300 mil pesos, lo cual suma unos tres millones de pesos.
De hecho, ya condicionaron su voto a la Alcaldesa, quien tiene programada a corto plazo una sesión de Cabildo para adecuar los presupuestos de la Comuna.
Si no hay bono, no hay voto a favor del cambio del presupuesto, es la advertencia de los concejales.
Por lo pronto, Juanita ya les ha hecho saber que el lunes el Tesorero les dará una respuesta.