Por: Mario A. Millán Cabrera
Todo parece indicar que la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo en la XVII Legislatura del Congreso del Estado ha roto cualquier relación con las bancadas de Morena y del Verde Ecologista y, hasta donde se sabe, empieza a cocinarse un bloque opositor conformado por el PAN, PRI, PT, Movimiento Ciudadano y Fuerza por México.
Esa es la lectura que se le dio a la postura asumida por los diputados Hugo Alday Nieto, Cinthya Millán Estrella, Julián Ricalde Magaña, Candy Ayuso Achach, Alicia Tapia Montejo y Maritza Basurto Basurto, quienes antes del puentazo vacacional de Semana Santa se enfundaron en unas playeras estampadas en las que se leía la frase: “Que todo cambie para que todo siga igual”, la cual se puede interpretar de muchas formas. Y así, bien uniformaditos, se tomaron la foto que luego subieron a redes sociales, fijando una postura de supuesta oposición.
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Se trata de un dardo que lleva un serio mensaje a los morenos y verdes que gobiernan el edificio de Punta Estrella, sobre todo a los primeros, porque con su mayoría aplastante han desechado algunas propuestas de los partidos arriba mencionados, como es el caso del PT, al que pertenece el diputado Hugo Alday Nieto.
Eso, por un lado, y por otro, está el desentrañado caso de Aguakan que presta el servicio de agua potable en los municipios Benito Juárez, Isla Mujeres, Puerto Morelos y Solidaridad, donde hasta los diputados de esos distritos han sido testigos de las irregularidades en que ha estado incurriendo la empresa concesionaria.
El tema es más político, lo denunció la actual senadora de Morena Marybel Villegas Canché hace mucho tiempo; de hecho, lo enarboló como bandera de campaña y así lo interpreta el diputado Humberto Aldana Navarro, coordinador del partido guinda en el Congreso del Estado y recientemente elegido como presidente de la Comisión Transitoria Especial para el caso Aguakan.
Aldana y Villegas se mastican, pero no se tragan, políticos al fin; sin embargo, los golpes por debajo de la mesa y los mensajes subliminales que utilizan terminan haciendo ver que al interior de Morena no se aplica la ya famosa expresión presidencial de: “amor con amor de paga”, por el contrario.
Aldana no está en contra de lo que ha hecho, deje de hacer o haga Aguakán, pero si está en contra de que el asunto siga siendo utilizado como bandera para seguir haciendo campaña, utilizando para ello a cientos de miles de usuarios que han sufrido por muchos años desabasto de agua potable.
Ambos morenistas tienen sus grupos afines, Marybel, por ejemplo, encabeza uno de estos, por supuesto que con la idea de buscar la presidencia municipal de Benito Juárez en el 2024; Aldana por su parte, apoya a la invisible diputada Federal Anahí González, quien también quiere el mismo puesto; por cierto, los chetumaleños le mandan un grato saludo por sus constantes visitas al sur de la entidad. Nos leemos pronto.