Lo que no se vale es que habitantes de Villas Otoch y asentamientos irregulares de la zona continental de Isla Mujeres vuelvan a pagar los platos rotos en el recurrente problema de dónde diablos poner la basura de Cancún.
Luego del fracaso de la doble concesión para la disposición final de la basura otorgada a la empresa PIMSA, filial de Grupo Sipse (de noticias), la salida urgente ha sido regresar a la parcela 1113, ubicada en la zona continental de Isla Mujeres.
En 2006 cuando, por cierto, había también un ayuntamiento bipartito en Cancún (del PRI con el Verde) fueron reprimidos colonos de la zona continental de Isla Mujeres, que se opusieron a la construcción de un relleno sanitario en la parcela 1113.
Y a la de a la fuerza se constituyó ese relleno sanitario, peroy en menos de cinco años se saturó.
Hasta 2012, hubo una solución que parecía viable, que era construir un relleno sanitario con un “parque de tecnologías”, el cual incluía esta vez una planta de reciclaje.
El servicio de recuperación de materiales reciclables y del relleno sanitario fue concesionado a PIMSA.
Pero, más rápido PIMSA fracasó.
La planta de tecnologías terminó funcionando a menos de un tercio de su capacidad y el manejo del relleno sanitario fue deficiente, empezando con la no compactación de la basura.
Pasó lo inevitable ante la negligencia criminal en el manejo del parque de tecnologías y el relleno sanitario.
PIMSA es el primer culpable de esta tragedia, pero parece que no hay consecuencias legales para sus muy influyentes dueños.
En cambio, los que otra vez vuelven a pagar los platos rotos son los habitantes de la zonas de pobreza del norte de la ciudad de Cancún.
¿Dónde quedó lo de primero los pobres?