Agencias
CIUDAD DE MÉXICO. – En Reynosa, Tamaulipas, personal de Citibanamex exigió a la señora Dolores Gómez Reyna –de 89 años, que está postrada en una camilla por fractura de cadera y padece diabetes– que acudiera a la sucursal a renovar su tarjeta bancaria con la que cobra su pensión.
La señora Dolores llegó a bordo de una ambulancia de la Cruz Roja a la sucursal de Citibanamex ubicada en el bulevar Morelos. La bajaron y la llevaron en camilla hasta la sucursal para que realizara su trámite de renovación de la tarjeta con la que cobra su pensión por viudez y del programa de adulto mayor del gobierno.
Fue acompañada por familiares y estuvo supervisada por paramédicos, pues el personal del banco la obligó a ir presencialmente a reemplazar la tarjeta que se había vencido desde hace seis meses.
Además, la señora tuvo que esperar afuera del banco y bajo el sol por al menos 20 minutos antes de que abrieran la institución.
En su cuenta de Facebook, Yulissa Plata contó lo ocurrido. Dijo que les daba lástima tener que llevar a su abuela al banco en las circunstancias en las que vive, pero no tuvieron otra opción.
“Hicimos todo lo que está en nuestras manos, cartas de petición, carta poder, actas públicas, llevamos abogados, la fe pública del notario, testigos, llevamos todo y el banco aún nos sigue diciendo que lo que llevamos está mal”, indicó.
Señaló que este trámite lo hicieron desde abril y, desde entonces, la señora Dolores no ha podido cobrar su dinero solo porque el plástico está vencido y parece ser que, a fuerzas, quieren que milagrosamente se pare de la cama y vaya a la sucursal a firmar. Comentó que el banco siempre les señaló que los documentos que han presentado están mal, que no cumplen con los requisitos del banco.
El banco tampoco quiso hacer el cambio de apoderado legal para que su nieta firme por ella, porque el acta pública que llevaron no cumplía con los artículos que marcaba el banco, pero el acta pública que presentaron ante notario público sí cumple con lo estipulado por la ley. También se negaron a que un asesor bancario fuera al domicilio de la señora.
La nieta dijo que su abuela ni siquiera puede sentarse, por lo que preguntó si el banco estaba esperando a que su abuela falleciera para quedarse con el dinero.
Consideró que es un abuso para la señora y dijo que le da mucha tristeza por los abuelos de México, pues este banco siempre les pone trabas.
Es una injusticia, dijo y se quejó porque querían que la señora tomara un turno para pasar. Comentó que no es el primer caso en esa sucursal de Citibanamex.
“Mi abuelita ya no camina y su comida es a través de un biberón y duele mucho verla aquí en esas condiciones, afuera del banco y bajo el sol esperando que abran el banco para poder entrar”, comentó Yulissa Plata, nieta de Dolores.
“Queríamos que, a través de poderes notariales, uno de los hijos de mi abuelita pudiera hacer el trámite para que pudiera renovarse la tarjeta, pero siempre que presentábamos los trámites, siempre había la petición de otros documentos y de eso ya pasaron seis meses” porque los directivos siempre les ponían trabas, explicó.
“Yo no quería llegar a esto, pero desde el mes de marzo metimos el poder, luego el segundo, el tercer poder y que te falta una firma. Por eso, la tuvimos que traer porque hay muchas necesidades y es un derecho que le toca”, señaló, por su parte, Yolanda Gómez, hija de Dolores.
Por eso la llevaron a la sucursal, para que realizara físicamente el trámite de su tarjeta y pudiera cobrar sus pensiones que estaban retenidas por el banco.
Después de darse a conocer la noticia ocurrida el 10 de noviembre, Citibanamex lamentó lo ocurrido durante el proceso para identificar a la persona que cobraría la pensión e informó que el caso ya fue resuelto.
Con información de Proceso