Lo que ocurre en el PAN-QR va más allá que una serie de eventos desafortunados.
Pareciera que habría un empeño de la presidente estatal del Partido, Reyna Tamayo, de acabar con lo poco que queda de ese instituto político en la entidad.
Los daños causados en la gestión de la también regidora son al interior y al exterior del PAN.
De entrada, a lo largo de su presidencia, el PAN-QR, más que oposición, ha sido comparsa del morenismo caribeño.
Por si no fuera poco, en los momentos de definiciones para las elecciones del próximo 2 de junio, la dirigencia del PAN ha tomado decisiones que más bien parecen favorecer a Morena y aliados.
Para empezar, vetó al partido local MAS a integrarse a la coalición Fuerza y Corazón por México, pese a que su votación en 2022 fue superior a la de otros dos partidos de la alianza.
Pero, además mantuvo una conducta hostil contra el PRD, partido que optó por mandar a volar al PRIAN en las elecciones de cargos locales.
Y ahora, pusieron al “chilango” Ernesto Sánchez Rodríguez, como su candidato a diputado federal, en la posición número 5 de la lista de plurinominales del PAN de la Tercera Circunscripción.
Demasiadas casualidades en poco tiempo. Pero, en política, no hay casualidades.