Por Gabriel Alcocer/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Un operativo de traslado de reos se convirtió en un escándalo en la entrada de la cárcel de Cancún, cuando el delegado sindical de la CTM, Bernardo P. C., trató de impedir la movilización, para que no se llevaran a su hijo, Amos Benoni Martínez Guzmán, sentenciado a 31 años de prisión, al ser encontrado culpable de haber asesinado a su esposa.
Bernardo y su esposa, Beatriz M. G., quien también está afiliada a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y funge como fotógrafa de eventos, realizaron una protesta a gritos en la entrada de la cárcel, alrededor de las 22:30 horas de este jueves, porque consideraron que su hijo no debería ser llevado al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, por tratarse de una zona Roja de la pandemia por COVID-19.
Incluso, el dirigente sindical se acostó en el piso, frente al portón de entrada de la prisión, para tratar de evitar que ingresara el autobús de la Policía Quintana Roo (PQR), el cual realizaba una maniobra en reversa.
De hecho, por algunos momentos, Bernardo quedó debajo de la parte posterior del autobús, hasta que finalmente fue detenido por los elementos de la PQR. En ese momento, entre gritos y reclamos, argumentó que uno de los uniformados le había metido supuestamente droga entre sus pertenencias.
De manera preliminar se indicó que el agremiado del sindicato de la CTM sería trasladado al Centro de Retención Municipal, conocido como “El Torito”, por una falta administrativa.
El operativo en la cárcel se concretó posteriormente con el traslado de aproximadamente de 53 internos al Cereso de Chetumal, en un autobús de la Policía Quintana Roo que fue escoltado por varias patrullas.
Bernardo y su esposa se han caracterizado por realizar protestas contra la Fiscalía General del Estado (FGE), al considerar que su hijo es inocente y que las investigaciones estuvieron supuestamente plagadas de irregularidades para condenarlo por el delito de feminicidio.
En medio de esa polémica, el cetemista sufrió también el asesinato de uno de sus sobrinos, quien laboraba en las oficinas del sindicato, en el mes de julio de 2018, cuando su cuerpo fue encontrado a un costado de la carretera Cancún-Playa del Carmen.