Por Guadalupe Villarreal/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Cada 3 de mayo los trabajadores de la construcción, arquitectos y diferentes colonias de la ciudad, festejan a lo grande este significativo momento en un nivel religioso como el Día de la Santa Cruz o mejor conocido como el Día del Albañil.
Entre cemento, arena, varillas y bloques, los albañiles son agasajados reconociendo su gran labor en la construcción de viviendas y la dignificación del desarrollo urbano de las ciudades, siendo ellos el material humano más importante para tener un hogar y un lugar de trabajo.
En un recorrido realizado por algunos puntos de la ciudad en busca de trabajadores de la construcción, la misión no fue sencilla, ya que en distintas calles y avenidas donde se realizaban construcciones, las obras se encuentran suspendidas por disposición del gobierno para evitar aglomeración y a su vez la propagación del virus, situación que perjudica a quienes trabajan en ellas.
En las edificaciones sobre Polígono Sur, se ven colgadas cruces de madera, las cuales son elaboradas con madera, herrería, varilla, tubería, clavos, siendo el símbolo que los representa y que hoy lucen con un panorama austero por las actividades suspendidas.
A pesar de los estigmas que existen para este sector de la población, lo único que desean es sacar adelante a su familia, haciendo lo que aman y en la que en esta ocasión se vieron interrumpidos por la contingencia sanitaria.
Referente al día de la Santa Cruz, el guardia de una obra comentó que en años anteriores existía motivación.
“Pues cada 3 de mayo se acude a una celebración eucarística y de ahí nos reunimos para comer los tacos que nos manda el patrón”, señaló.
De igual forma, comentó que la tradición es festejar con una comida realizada por el encargado de la obra o en su caso por el dueño de la casa en dónde se realizan la construcción, pero en esta ocasión todo quedará en recuerdos, al mencionar que su cruz ahora es símbolo de una nueva esperanza ante el COVID-19, para que todo regrese a la normalidad.