Edgar Prz
Este pasado fin de semana, aprovechando el cartel y cobijo del festejo por los 50 años de la Creación de Quintana Roo como Estado. El 8 de Octubre se cumplió medio siglo de vida libre y soberana, de autogobierno y de tener la capacidad de elegir a sus autoridades, El ICA, Instituto de la Cultura y las Artes, se apropió de las luces, el oropel, el calor por los festejos del 50 Aniversario. En ese marco, más bien barco se subió como tripulación la burocracia de un anquilosado Instituto que está dejando mucho que desear, que está en modo Yeti, congelado, petrificado.
Es una lástima que este Estado con tanta historia, cultura, tradiciones, música, arte, bailables, artistas, artesanos, costureras, escritores, pintores, poetas, jóvenes creadores, en fin, un bagaje, un tren completo de manifestaciones, no haya sido tomado en cuenta, en ese cascajo en qué se ha convertido el Instituto de Cultura y las Artes. Da pena, causo enojo, molestia y otros adjetivos más hirientes, la ineptitud, la ineficacia, la opacidad con que se conduce. No puede ser que este Estado se precie de su liderazgo en materia de turismo en el mundo Maya, ofrezca un cartel tan escuálido, deprimente en su representación cultural.
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El Festival de Cultura del Caribe, su nombre lo indica es una fiesta, un jolgorio, un fandango con animación integral, donde se conjuguen expresiones y manifestaciones artísticas y culturales, las historias de lucha de los pueblos e islas del Caribe.
Hace algunos años, en los gobiernos de Miguel Borge y Mario Villanueva, el Festival alcanzo el clímax, la cúspide esos eran verdaderos Festivales con platicas, charlas, conferencias, exposiciones diversas, de fotos y otras manifestaciones, trabajos artesanales, comidas típicas, presentaciones de libros, bailables autóctonos, delegaciones representativas de los Países, era una delicia, un agazajo observar una vez al año la excelsa coordinación para realizar esos trabajos que por las noches se coronaban con los conciertos de música, de verdaderos artistas, con sus magníficas orquestas o grupos que eran orgullo de sus países. El pasado en este tema siempre fue mejor. Que felices éramos y no lo sabíamos ….
Ahora este año, nos brindaron una caricatura, un remedo de Festival, sino estaban organizados como se pudo notar, no hubieran hecho el ridículo de presentarlo como El Festival de Cultura del Caribe, edición 2024. Adoleció de todo, una improvisación bárbara, no hubo difusión hasta uno o dos días antes de la presentación musical. La gente desconocía de la agenda de los trabajos y al final a lo que Lilian nos tiene acostumbrados, una ridiculez, una farsa, una burla. En la zona maya no colocaron escenario y tuvieron que usar el kiosko del parque por lo que la visión a los costados estaba limitada, una falta de respeto para el artista y para el público.
Con esa única actividad registraron que la zona maya, Tulum y Felipe Carrillo Puerto fueron incluidos en el Festival y justifican con ello operatividad y un caudal de recursos. Mal, muy mal está el Instituto no puede seguir con esa actitud nefasta de engaña bobos ya la gente conoce la magnitud de esos eventos y no se les miente tan fácil…
El ICA se ha ensañado con todo lo que huela a Cultura, es un auténtico “ Grinch Cultural”, lo detesta, le causa rasquera y salpullido hacer actividades. No aprovechan que la Zona Maya hace algunos años fue declarada por el Congreso como Capital de la Cultura Maya y se quedó en puro membrete, hay nulidad de actividades, muy esporádicos los eventos y cuando organiza alguno no invitan, solo en petit comité. Es una Institución que todo el año debería estar generando eventos, reconociendo a los talentos locales y difundiendo toda la riqueza histórica, cultural y tradiciones con que cuenta el estado.
Es más debería tener un calendario obligatorio de actividades estatales y municipales y estar pendiente para realizarlos, urge que salga de la zona de confort, urge una sacudida a ese Instituto para que despierte de su letargo, urge que se convierta en orgullo y no en el lastre en qué se encuentra. Un datos más, en la Casa de la Cultura de Felipe Carrillo Puerto renta las instalaciones, los corredores en 1000 mil pesos por evento y no ofrece nada, ni sillas ni mesas, léalo bien son instalaciones del pueblo y para eventos culturales no deberían tener costo, entonces que hacen con su presupuesto? Porque encarecen la difusión de la cultura?, Eso inhibe la participación, le resta ánimos a los emprendedores y usufructan instalaciones en lugar de respaldar las actividades..
Sería prudente, así como hace algunos años se pedía y exigía que la Secretaria de Turismo despache desde Chetumal, Porque el Instituto de Cultura y las Artes no se traslada a Carrillo Puerto, Capital de la Cultura Maya denominación que le otorgó el Congreso del Estado? Hay que desconcentrar varias dependencias para hacerlas más operativas, ojalá inicien quitándole la burocracia y el confort al ICA, sería una buena medida, no lo cree Usted? Y lo más dramático que lo dirige una Chetumaleña, no se podía pedir mas, solo que se niega a aprender ya que es titular de ese saldito de Instituto por segunda ocasión. iSera cierto el dicho que nunca las segundas partes fueron buenas?…
Mejor seguiré caminando y cantando” Suéñame, Suéñame Quintana Roo, Suéñame tal como soy un juglar bohemio y soñador”…