Matilde Zamora/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- Al dejar claro que con su administración emanada del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Quintana Roo, abrió un paso a la alternancia y el mejor legado que pudo dejar fue “respetar la democracia”, Carlos Joaquín rindió su último informe de Gobierno, ante diputados del Congreso del estado.
El gobernador emanado del PAN y el PRD, fue básicamente ovacionado por la recién instalada Décimo Séptima Legislatura, de la que 21 diputados de los 25 diputados son de Morena, Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido del Trabajo (PT), Fuerza por México, partidos “opositores” a los fuerzas políticas con los que llegó al gobierno, pero que al concluir su mandato consolido el “distanciamiento”.
Durante su discurso Carlos Joaquín refirió que con la victoria de 2016, “surgió de una sociedad dispuesta a romper vallas que la separaba de sus gobernantes”.
Sin embargo este último informe se llevó a cabo a puerta cerrada en el Poder Legislativo, el gobernador, entró y salió por la puerta de atrás del Congreso del estado, ante las protestas en cabezadas por la asociación Civil “Somos tus ojos”.
El mandatario destacó que “la mejor evidencia del tiempo democrático que vive Quintana Roo, es que actualmente siete de los 11 municipios son gobernados por mujeres, y por primera vez en la historia hay una gobernadora electa”.
Reconoció que el principal reto que heredará al gobierno de Mara Lezama será la inseguridad, y la desigualdad que laceran a las familias quintanarroenses.
Sin embargo, destacó que su gobierno fortaleció instituciones y la procuración de justicia, y reiteró que en esos seis años hubo cambio, incluso Carlos Joaquín uso la palabra “transformación”.
“Sabíamos que era un proceso que llevaría tiempo, estamos conscientes que lo peor pasó y la transformación que hicimos comenzó a dar resultados”, indicó.
También hizo referencia a la reducción de los compromisos financieros del estado, en los que dijo se logró disminuir en 20.8% la deuda pública per cápita de Quintana Roo, además de que, al término de su mandato, dentro de unos días, no quedará deuda ni proveedores pendientes de liquidación.
Por unos segundos Carlos Joaquín se conmovió hasta las lágrimas, durante el segmento final del discurso.
“Me despido con las manos y la conciencia tranquila”. Tras esas lágrimas y limpiarse con una servilleta se escuchó decir: “perdón (por la emoción)”.
Y subrayó, “Fue un honor ser su gobernador. Gracias Quintana Roo por darme un lugar en su historia por haberme dado un espacio en tu nuevo renacer. El cambio empezó hace seis años y hoy marcó un nuevo rumbo contra viento y marea y superamos adversidades”.
Posteriormente, Joaquín González tuvo una comida privada con sus invitados especiales entre ellos la diputada federal de Morena, Yeidckol Polevnsky, la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos y el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, y los integrantes de su gabinete en el Centro de Convenciones de Chetumal.