Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Diciembre es una época llena de festejos que se adorna con luces de colores, encuentros, cenas, comidas y los tradicionales árboles de navidad. Acerca de este ícono navideño existen muchos mitos que nos hablan de su origen y cómo es que lo adoptamos.
Actualmente el árbol de navidad es acompañado por la representación del nacimiento de Cristo, el hijo de Dios que fue dado a luz por María. El árbol representa la vida y la estrella en la cima la estrella de Belén que los reyes magos siguieron para dar con el paradero de Jesús.
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Pero más allá de los elementos que actualmente componen al árbol de navidad y el significado que tienen, hay una historia sobre el origen de esta tradición.
Origen Celta
Esta se remonta a una tradición celta, conocida como “paganas” ya que no estaba en concordancia con las tradiciones cristianas.
Cuando los cristianos llegaron al norte de lo que ahora es conocido como Europa, observaron que los celtas celebraban el 8 de diciembre el nacimiento de Frey, su Dios de la lluvia, el sol naciente y de la fertilidad, relacionado con las cosechas.
Su tradición consistía en adornar un árbol, que para ellos simbolizaba el Universo —en la copa los dioses, en las raíces los muertos— con antorchas.
En la historia, la evangelización y las conquistas siempre han transformado las tradiciones nativas ante la imposibilidad de erradicarlas, haciéndolas suyas, tomando elementos en común y convenciendo a los pueblos originarios de que las adopten.
El pueblo celta no fue la excepción. Su tradición fue cambiada: En su árbol, en lugar de las antorchas se colocaron manzanas en referencia al pecado original de Adán y Eva, así como velas que simbolizaban para ellos la luz de Cristo. Además, se cree que la forma triangular del pino es para representar la Santísima trinidad.
Con el paso del tiempo, las manzanas fueron sustituidas por esferas; mientras que las luces tomaron el lugar de las velas.
Actualmente la tradición está vigente con sus pequeñas modificaciones: árboles de colores, añadir escarcha y luces de colores, esferas de todo tipo, incluso personalizadas.
Sin duda el árbol de navidad es una de las tradiciones más emblemáticas de la festividad y, como todo en el mundo, sigue evolucionando, manteniendo parte de su esencia.
Con información de Forbes