Agencias
CANCÚN.- Ante la oleada de violencia que se mantiene en la delegación Alfredo V. Bonfil, sus habitantes se han impuesto un “toque de queda”, para evitar quedar en medio del fuego cruzado de las balas.
Las balaceras y ejecuciones que se han venido registrando en las últimas semanas, han llevado a los habitantes de Bonfil a tomar medidas de protección interna.
Por ello, desde el pasado viernes iniciaron dichas medidas, con la suspensión de clases en el Colegio de Bachilleres, y las otras escuelas en el turno vespertino.
A partir de ayer, las clases en el Colegio de Bachilleres se suspenden antes del horario de salida, para que los caso 700 alumnos vayan a sus casas antes de las 8 de la noche.
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Todo ello ante la permanente angustia de los padres de familia que temen que sus hijos e hijas queden enmedio de una balacera.
Pues las familias de Bonfil han visto que los enfrentamientos entre delincuentes ocurre a cualquier hora del día.
Lo mismo pasa con los negocios que aun operan en Bonfil, los cuales son cerrados temprano por la tarde.
Para los bonfileños, su seguridad se encuentra en sus propias manos, pues llevan meses en medio del fuego cruzado.
Mientras tanto las autoridades responsables de la seguridad, no han adoptado una postura firme ante la inseguridad que ensombrece la delegación de Bonfil. Y tampoco se han comunicado o informado a las familias bonfileñas cómo actuar y a quién acudir ante las constantes balaceras que ahí se registran.
Con información de Red Informativa del Sureste (RIS)