Si de por sí la alianza PAN-PRI la tiene difícil, persisten las desconfianzas en este matrimonio por conveniencia en Quintana Roo.
Y es que dentro del PRI crece el sospechosismo, que a excepción del caso de Playa del Carmen, (que se cuece aparte), el PAN haya puesto candidatos poco competitivos en los municipios que le tocó siglas en esta coalición blaugrana.
El PRI colmó nombres conocidos o reconocidos en sus candidaturas como los casos de Pedro Joaquín Delbuois, Fernanda Alvear, Tania Casamadrid y Jorge Rodríguez Carrillo.
En cambio, el PAN mandó en general puros ilustres desconocidos. En particular, en el PRI causa enojo la situación en Othón P. Blanco (Chetumal) donde las posibilidades para la oposición son enormes ante el despropósito que ha significado el intento de reelección de la morenista, Yensunni Martínez.
Pero el PAN puso como candidato del bloque a Germán González, que si bien es muy azul, no pinta ni da color.
Para colmo, el voto anti-Yensunni se está yendo hacia Lidia Rojas, de Movimiento Ciudadano.
La percepción es que no parece ser una desafortunada casualidad, sino que se trata de un autosabotaje de la dirigencia estatal del PAN, al estilo Carlos Joaquín González.