Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.– El Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó esta mañana al Canciller Marcelo Ebrard Casaubón enviar una nota diplomática al Departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos para solicitarse información sobre el operativo “Rápido y Furioso”, después de que Felipe Calderón Hinojosa aseguró, anoche, en un tuit, que nunca estuvo enterado.
“¿Cómo hacer eso, un gobierno que invade de esa manera, que viola flagrantemente la soberanía y las leyes internacionales y nos quedamos callados? Esto lo tenemos que ver no sólo a partir de lo que sucedió en aquél tiempo, lo tenemos que ventilar para que nunca jamás se vuelva a llevar a cabo una acción de este tipo”, dijo el Jefe del Estado mexicano.
Incluso, aseveró que si no existió cooperación entre ambos gobiernos, la administración estadounidense debería ofrecer una disculpa a México, de acuerdo con el derecho internacional.
“Considero debe quedar en claro y conocer toda la investigación y lo que implicó, quiénes participaron. Y como cuestión nada más de complemento, como cuestión complementaria, que el mismo Gobierno estadounidense diga si hubo o no cooperación, nada más como complemento, y si no hubo cooperación, que de todas formas era indebida e ilegal, que el Gobierno de Estados Unidos, todavía es tiempo para ofrecer una disculpa porque era otro el Presidente, pero al final de cuentas es el Gobierno de Estados Unidos, el que tiene que explicar esta situación, como nosotros tendríamos que hacerlo si hubiésemos hecho algo parecido en Estados Unidos, o como cualquier país, esto es parte del derecho internacional”, destacó.
López Obrador recordó que en su conferencia del 7 de mayo, pidió al expresidente Felipe Calderón Hinojosa dar a conocer si tenía conocimiento del operativo Rápido y Furioso, que implicó el ingreso de armas con rastreadores a México para conocer las redes de distribución en el país.
“Miren, vamos a dejar esta repuesta a la gente. La formulaste muy bien, está muy claro. La respuesta se la dejamos a los mexicanos. Después yo doy mi opinión, pero ya es muy claro lo que está sucediendo. Vamos a esperar a que termine el juicio del señor García Luna, seguramente va a declarar. Tiene que dar a conocer si actuó solo o había una relación de complicidad y también tiene que decir quiénes actuaban con él. Todo esto en el caso de que resulte culpable porque es un juicio y va a ser un tribunal en Estados Unidos el que va a decidir”, aseguró en su conferencia de prensa matutina del 7 de mayo.
Tras ello, Calderón Hinojosa escribió en su cuenta de Twitter (@FelipeCalderon): “Es falso que el gobierno de México haya tenido un acuerdo con el gobierno de EUA para introducir armas al país. Durante la Administración 2006-2012, el gobierno mexicano exigió firmemente al gobierno de EUA detener el tráfico de armas que llegaban a los criminales”.
Es falso que el gobierno de México haya tenido un acuerdo con el gobierno de EUA para introducir armas al país. Durante la Administración 2006-2012, el gobierno mexicano exigió firmemente al gobierno de EUA detener el tráfico de armas que llegaban a los criminales. Abro hilo…
Luego agregó: “Después de mucha insistencia, el gobierno de EUA ofreció tomar acciones para frenar el tráfico de armas. Entre ellas, la Procuraduría de aquel país buscó recolectar y generar evidencia judicializable para detectar, detener y llevar a juicio a los traficantes de armas”.
Dijo que “es en ese marco que, según se supo después, introdujeron detectores electrónicos en armas comercializadas en la frontera para rastrear su movimiento y actuar judicialmente contra los culpables. Sin embargo, la situación salió de control de las autoridades estadounidenses. La llamada operación ‘Rápido y Furioso’ fue un operativo secreto, cuyo implementación y resultados fueron revelados a agencias mexicanas en la medida en que fueron del conocimiento público resultados negativos no deseados por sus autores en el Departamento de Justicia”.
En esa misma secuencia de mensajes, concluyó: “En ningún momento el contenido ni la implementación específica de dicha estrategia judicial americana fue un tema que fuese materia de conocimiento, discusión y menos de acuerdo entre oficinas Presidenciales”.
Luego de leer los mensajes de Calderón Hinojosa, el mandatario mexicano pidió al Canciller el envío de una nota diplomática para conocer los detalles sobre el operativo.
“Si ya sabemos esto, de parte del expresidente, vamos a mandar una nota diplomática al Gobierno de Estados Unidos, queremos que informe sobre este caso, que informe el Departamento de Justicia, apuntó.
Tras conocer la respuesta de Calderón Hinojosa, López Obrador calificó el hecho de “delicadísimo”, ya que con dichas armas se cometieron homicidios en México e incluso “se le quitó la vida a un funcionario estadounidense en México”.
“Estamos ante un caso delicadísimo porque se está reconociendo que hubo una intromisión ilegal, violatoria de nuestra soberanía, por un Gobierno extranjero, en el caso de que no existiera cooperación”, aseveró.
A la par, dijo que el hecho es grave, ya que se atentó contra la soberanía del país.
“En caso de ser cierta, no estoy poniendo en duda su respuesta [de Calderón Hinojosa], lo que me parece grave es que se haya llevado a cabo una intervención dilatoria de nuestra constitución, de nuestra soberanía, un operativo secreto y que se haya causado la muerte, con esas armas, a mexicanos, y, como ya lo dije, a un extranjero, cómo hacer eso”, apuntó.
¿QUÉ FUE RÁPIDO Y FURIOSO?
La operación denominada ‘Rápido y Furioso’, fue iniciada por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, en la cual vendió diversas armas a presuntos criminales y las dejó pasar hacia México con el objetivo de poder rastrearlas y darles seguimiento a través de un chip. Sin embargo, la acción encubierta no fue reportada al Congreso.
Con dicha operación, el Gobierno de los Estados Unidos esperaba identificar a los responsables del tráfico de armas desde ese país a su vecino país del sur y que posteriormente quedan en poder de carteles mexicanos.
De 2006 a 2011, la ATF permitió que 2 mil 500 armas fueran compradas ilegalmente y transportadas a México.
El funcionario estadounidense que perdió la vida por una de las armas pertenecientes al operativo fue Brian A. Terry, agente de la Patrulla Fronteriza asesinado en diciembre de 2010 en Arizona.
Las autoridades estadounidenses señalaron que “una serie de estrategias mal guiadas, tácticas, errores de juicio y fallas de administración permearon los cuarteles generales de la ATF y a la división de campo en Phoenix, además de la fina del secretario de Justicia del Distrito de Arizona”.
Dichas fallas habrían provocado que los grupos delincuenciales identificaran el operativo y contrarrestaran el intento de rastreo de las armas.
Sin embargo, la falla en el operativo se puso en entredicho y en Estados Unidos se llegó a calificar como una omisión intencionada,, con el fin de llegar a los “peces grandes” del tráfico de armas en el país.
Un nuevo recuento de las armas que fueron autorizadas para ser ingresadas ilegalmente a México como parte de la operación “Rápido y furioso”, da cuenta de que uno de esos fusiles fue utilizado por criminales en un tiroteo registrado el año pasado en Valle de Zaragoza, Chihuahua, donde murieron tres policías municipales.
Con información de SinEmbargo