Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó que no se dará una crisis económica en la transición del gobierno el próximo 1 de octubre, como sucedió en 1995 con el relevo de Ernesto Zedillo a Carlos Salinas de Gortari, ambos priístas. Esto, subrayó, porque “no van a regresar los mismos, el pueblo ya despertó. ¡El pueblo se cansa de tanta pinche transa!”.
En la mañanera de este miércoles planteó: “Que la gente tenga la confianza de que no va a haber crisis en la transición, lo que pasó cuando Salinas le entregó a Zedillo, para nada”.
Aseveró que las finanzas públicas del país “están sanas”, por lo que descartó que el próximo gobierno tenga que impulsar una reforma fiscal, basta, subrayó, con que no se condonen los impuestos a los más ricos.
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-¿En los próximos años podría ser necesaria una reforma fiscal? -se le pregunto en la mañanera.
-No, no hace falta. Lo que hace falta es que ya no vuelvan los rateros al gobierno. Si regresa el bandidaje oficial si va a querer imponer reforma fiscal y aumentar impuestos y gasolinazos. ¡Así de claro! -contestó.
Y siguió: “Ya no les voy a repetir porque está en en libro, la lista de los que recibían el beneficio de la condonación de impuestos, son miles de millones de pesos. Entonces, si todo eso se termina, y así va a ser porque no van a regresar los mismos, porque el pueblo ya despertó. ¡El pueblo se cansa de tanta pinche transa! Ya no va a haber ningún problema en las finanzas, y el peso va a seguir fuerte, y va a seguir habiendo crecimiento económico, y empleos”.
Ante pregunta sobre los argumentos que podría darse un desajuste en las finanzas nacionales, el mandatario federal apuntó:
“Los tecnócratas al servicio de la oligarquía también manejan que todas estas reformas (que propuso hace dos días) pueden ocasionar compromisos que impidan que el nuevo gobierno tenga recursos o que se vea obligado a llevar a cabo una reforma fiscal. No, no, lo único que tiene que hacer el próximo gobierno, y por eso hay que pensarlo bien por quién votar, lo único que se tiene que hacer, es ya no seguir condonando los impuestos a lo de arriba”.
Pidió que se proyectaran los datos de la recaudación y la deuda durante su sexenio.
Al presentarlos, explicó que en 2018 la recaudación fue de 3 billones de pesos, y para 2023 se cerró con 4.5 billones de pesos. “O sea, en el tiempo que llevamos, cinco años, un billón 500 mil millones (más) en la recaudación”.
En cuanto a deuda, insistió que pasar de los dos años de pandemia por el covid-19, donde se colapsó la economía mundial, entregará al país con un estimado de 5.2 por ciento con respecto al PIB, esto, dijo, es 2.5 por ciento menor a la deuda que acumularon en sus respectivos sexenios Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto
“En el incremento general, del PIB con (Vicente) Fox era 28.2 por ciento, con Calderón la aumentó, 35.6, con Peña (cerró en) 43.6; nuestra proyección (para su sexenio) es 48 por ciento. La diferencia en puntos porcentuales del PIB es de 7.4 la incremento Calderón, 8 Peña y nosotros esta proyección es de 2024, a finales, no estoy tan seguro que sea así, va a ser menos, pero si fuese así, es 5.2, qué podríamos decir que si sacamos una media, estaríamos como en 7.6 de incremento de deuda, y aquí tenemos 5, nos quedarían 2.5 para tener el mismo incremento de deuda de Peña y de Calderón. Esos 2.5 van a quedar de reserva para el próximo gobierno”.