En Morena está ocurriendo algo que ya más o menos hemos visto en Cancún, y que está relacionado a interpretación de sentencias y a la lucha por el poder.
En 2004, Joaquín Hendricks y Juan Ignacio “El Chacho” García Zalvidea, en ese entonces gobernador y alcalde de Cancún, respectivamente, libraron una intensa batalla (que rebasó los límites de la política) por el ayuntamiento de Benito Juárez, en el que a la larga sobresalió la pugna jurídica que tuvo como punto central suspensiones (a demandas de amparo) que emitió la Suprema Corte de la Justicia d ela Nación (SCJN).
El Gobierno del estado, que ya habia tomado el Palacio Municipal con un Concejo, y los “chachistas”, en el exilio, interpretaron las supresiones de la entonces ministra Olga Sánchez Cordero, a su conveniencia y el tema se fue para largo, lo cual llevó a la ciudad al a la ingobernabilidad y, prácticamente, al caos.
Algo más o menos similar sucede al interior de la Corte con el resolutivo de ayer del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), respecto a la impugnaciones por la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Benito Juárez.
Cada parte interpreta a su manera el resolutivo, que palabras más, palabras menos, ordena que se aclare el método de selección, para lo cual dio un plazo de 5 días a los órganos de dirección de Morena, y abriría, quizá, la puerta a la reposición del proceso, lo cual tampoco implica cambiar de jinete.
Y aquí viene el relajo.
Cada parte, interpreta como mejor le conviene y ha empezada una discusión en la que la estridencia sobrepasa la razón.
Y ahora, se da otro encontronazo entre los “guindas”
Lo peor para Morena es que es plena campaña, cuando no hay lugar a vacilaciones.
Morena enfrenta un bombeado ´” a discreción” externo, pero además se intensifica, con el resolutivo del TEPJF, el fuego amigo.
En pocas palabras, Morena está cada vez dividido, en posturas, casi irreconciliables, situación que se ha atizado con el resolutivo del TEPJF.
Lo peor para cualquier partido es enfrentar dividido una contienda y Morena, en Cancún, está polarizado.