Con una mayoría “morenista”, es decir, con una combinación de diputados de Morena, PVEM y PT, la XVI Legislatura pasará la historia, pero no por haber transformado al estado, sino por ser una copia, y muy mala, de las anteriores en las que dominaba el PRI.
La “mayoría” morenista, entre loso que destacan Fernando Chávez, Edgar Gasca, Erika Castillo, Hernán Villatoro, José de la Peña y Gustavo Miranda, echó por la borda la expectativa de un poder legislativo dominado por la 4T.
Si no es por que dicen ser de Morena y usan el color guinda, estos diputados morenistas se ven muy parecidos a aquellas maorpia apabullantes del PRI pues caminan, graznan y se mueven como priistas.
Esta mayoría morenista ha cometido demasiados excesos, que han demeritado enteramente a Morena y a la 4T en Quintana Roo. Pero, “se volaron la barda” con el proceso con el que se pretende designar “a la fuerza” a la ex priista y hoy “verde”, Judith Rodríguez Villanueva, como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo (Cdheqroo).
De principio a fin se han cometido una serie de excesos y violaciones legales, que lejos de ayudar a Judith, la terminan por hundir.
Y si bien diputados morenistas, como Edgar Gasca, o seudomorenistas como el saltimbanqui, José Luis Guillén, han pretendido justificar lo injustificable y tratar de apretujar la Ley, Judith no cumple un principal requisito que debe de tener quien este a cargo de la presidencia de la Cdheqroo: no es independencia del poder político.
¿Qué independencia puede ter una política que aprobó el “paquete de impunidad” de Roberto Borge o que renunció al PRI para buscar una diputación federal o la presidencia de Chetumal por el PVEM?
Quintana Roo está en pleno proceso electoral y mucho ayudaría a la causa de Morena, que la “mayoría morenista” actuara con un poco honorabilidad y deje de ver a la Cdheqroo en calidad de “chamba” o hueso” para uno de sus integrantes.
Está en juego la viabilidad de un organismo que está para defender a los ciudadanos de los abuso de poder y de los excesos de servidores públicos.
Si se completa la ominosa maniobra, entonces la mayoría morenista habrá incurrido, precisamente, en abuso de poder.
Y la XVI Legislatura, dominada por Morena tendrá un lugar deshonrosamente protagónico en las página más negras de la historia política de Quintana Roo.