A decir de los allegados de la “22 de Enero”, para el gobernador, Carlos Joaquín, es música para sus oídos, los elogios que le prodiga el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque, los elogios presidenciales no son gratuitos ni fortuitos.
Al Presidente (morenista), célebre por su intolerancia la crítica, le gusta el estilo del Gobernador (panista), que contrasta a los, de por decir dos nombres, Enrique Alfaro o Javier Corral.
Y claro, cómo no va a estar “feliz-feliz” el presidente con el gobernador de Quintana Roo pues no sólo es disciplinado e institucional. El más reciente elogio presidencial tuvo que ver con el triunfo de la alianza morenista en los cuatro distritos legislativos federales y en ocho de los 11 ayuntamientos de la entidad.
Así, pues no hay nadie que se enoje.
En medio de esta tersa relación entre el Presidente y el Gobernador, Carlos Joaquín no se atreve a reclamar el desastre del Gobierno federal en el combate del sargazo.
En Quintana Roo, se presume de la “cultura del huracán”, pues se anticipa el impacto de los sistema ciclónicos, lo que deriva en mitigar considerablemente los posibles daños.
Algo así ya está pasado ante la “mega-alga”. Ya van varios años de la presencia de este fenómeno y ya habría también una “cultura del sargazo”.
Precisamente, para 2021, se previa una invasión de grandes proporciones de sargazo.
Corrupción en la contratación de empresas sargaceras
Pero, la 4T restringió a los gobiernos locales para atender la invasión de la “mega-alga” y le confirió la tarea a la Secretaría de Marina.
Lo que se entendió en los dichos López Obrador fue, primero, que hubo corrupción en los gobiernos estatales en la contratación de empresas sargaceras, y, segundo, que, con la Semar a cargo, además se iba ahorrar mucho dinero en la tarea de anticipar la llegada del sargazo a las costas..
La Semar diseñó unos barcos y los botó al mar para frenar la “invasión”
Los resultados son terribles.
El sargazo ha “inundado” las costas del estado, con efectos dantescos en Mahahual y Playa del Carmen.
Pero, el Gobernador prefiere no contrariar al Gobierno federal pese el tremendo fracaso de Semar para detener el sargazo.
En cambio, este fin de semana lanzó un especie de sugerencia a los tres niveles de Gobierno y la iniciativa privada.
Es decir, volvió a recurrir a los llamados y exhortos.
Esta misma “estrategia” de llamados y exhortos se usó ante el pandemia.
Y ahora Quintana Roo está bajo la “tercer ola”, no puede salir de la alta tasa de contagios y hasta es referencia nacional.
El Socavón
También vale la pena mencionar el ya célebre “socavón”, entre Playa del Carmen y Puerto Morelos. La SCT y/o Fonatur no han hecho nada, en un problema que lleva meses y afecta a la actividad turística y el Gobierno del estado tampoco sabe nada de nada, como lo confesó el propio Gobernador en su programa de los jueves.
Por lo pronto, ya la prensa internacional ha puesto a Quintana Roo las etiquetas de pandemia y sargazo.
Pero, la estrategia en la “22 de Enero” es “mejor no molestar”