La diputada con licencia, Judith Rodríguez Villanueva, ve en la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo (Cdhqroo) su último camión.
Y es que desde que llegó al Congreso del estado buscó llegar al “infinito y más allá”, pero no se le hizo.
Pero, ahora, desde su posición de presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del estado maquinó y maquiló su llegada a la Cdhqroo.
La ex priista pretende convertir a un organismo autónomo, que requiere prestigio e independencia, es un “hueso”, en una “chamba”, en una posición política, en una forma de vivir del erario.
Judith Rodríguez Villanueva fue parte del equipo electoral de Roberto Borge, lo que le valió varias estrellas y condecoraciones y fue parte de aquella legislatura que aprobó el tristemente célebre “paquete de impunidad” con que el hoy ex gobernador pretendía salirse con la suya.
En 2018, regresó al Congreso del estado, como diputada plurinominal, con el último impulso de lo quedaba del borgismo. Pero, no pasó de ser una legisladora más. Entonces, brincó al PVEM, para tratar ser presidente de la Jugocopo, pero “algo pasó” y se quedó en el intento.
Luego se volvió “independiente”, pero la convencieron a volver al PVEM, ya con este partido como aliado de Morena.
Judith también tuvo en sus planes ser candidata alcaldesa de Chetumal y diputada federal, pero tampoco pasó nada.
Y ahora busca, ser presidente de la Chdqroo.
Pero antes, como legisladora y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del estado movió la Ley para quitar el “candado” que establecía no haber tenido el cargo de diputado para ser presidente de la Cdhqroo.
Ya lo demás, es lo de menos…
La elección pasa por el pleno Congreso del estado, y con las bancadas del Morena y PVEM, Judith reúne los votos más que suficientes para ser presidente de la Cdhqroo.
Y, seguramente, otra vez los principios que dicen tener en Morena se extraviarán en algún rincón del “curvato de Punta Estrella”.