Amanece 2022, año en el que habrá elección de gobernador en Quintana Roo, y es como si la entidad volviera a la prehistoria política y como que la instituciones democráticas hayan terminado diluidas en un círculo de conveniencias y complicidades.
Y es que, en los primeros días de 2022, el panorama electoral es el del triunfo de Morena, y de quien sea su candidata o candidato, es decir de Mara Lezama, actual alcaldesa de Cancún.
Estamos en Quintana Roo como el de antes del primera mitad de noventas, cuando solo se espera a quien ungía el PRI y los demás partidos formaban una comparsa, que tiende a ser cada vez más ancha.
El último escenario similar, fue en 1993, cuando Mario Villanueva, del PRI, no tuvo competencia, y el PRD, en ese entonces principal partido opositor en la entidad pero afín al político chetumaleño, puso a un candidato de “mentiritas”.
Y en el año electoral de 2022, estamos como hace 29 años.
Hasta ahora, Morena no tiene rival. De hecho, prácticamente se esperaba, la definición interna del candidato de las “guindas” para prácticamente establecer quién seria el gobernador o gobernadora. Como el “tapado” del viejo PRI.
Y los demás actores electorales han formado una comparsa alrededor de Morena.
El primero en la fila ha sido, el gobernador Carlos Joaquín, que se supone es Acción Nacional y ganó a través de una alianza entre PAN y PRD.
Pero, el Mandatario estatal ha soltado al PAN y ha dado prioridad su relaciones con Andrés Manuel López Obrador, que ya está encantado de la vida con el proceder del quintanarroense y ya lo contempla para que forme parte de su equipo de colaboradores.
Peor, el Mandatario estatal, no sólo ha “soltado” la elección, sino que ha puesto a disposición de Morena a todos los partidos, en que tiene influencia ,empezando por el PAN, y pasando por el PRD y PRI y acabando con el partido local Confianza.
Lejos de unir fuerza para ser competitivos, se pretende que estos partido irán separados. Por lo pronto, el PRI ya pintó su raya. Una oposición fragmentada son excelentes noticias para el PRI.
Pero no es fácil. Esta ecuación de complicidades, pasa además por personajes como Alejandro Moreno “Alito” y Jorge Emilio González Martínez “El Niño Verde”
Al mismo tiempo, el andamiaje electoral esta puesto para Morena. De entrada, el Ieqroo y el Teqroo bailan al son de la “22 de Enero”.
Por si fuera poco no se actualizó el mapa de los distritos legislativos. La actual cartografía distrital está de perlas para Morena, como en 2019. De esta forma casi se garantiza la mayoría para los guindas en la próxima legislatura.
Lejos que 2022, ofrezca un futuro prometedor, estamos en Quintana Roo, en un escenario de partido único y ganadores anticipados
Aunque, quedan algunos cabos sujetos en este mega-acuerdo Morena-PAN y PRI-PVEM.
Aún faltaría la última palabra del PRD, los planes de Marybel Villegas y hasta donde está dispuesto a desafiar al llegar Movimiento Ciudadano.
Por lo pronto, la elección 2022 no ofrece emociones.