Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
TULUM.- La construcción de los dos condominios de lujo Adamar y Maiim en Tulum tendría que detenerse y posteriormente, iniciar su demolición ante el riesgo de que colapsen y afecte la imagen del destino y sobre todo, ponga en riesgo a los compradores.
La abogada Antonella Vázquez representante de la agrupación civil Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), quien alertó desde un inicio que Adamar, ubicada en bahía Soliman, empezó a construir a finales de 2023 sin permisos de los tres niveles de gobierno y luego, detectó licencias de construcción apócrifas, señaló que el futuro para ambos condominios es complicado.
Y más ahora, que la Semarnat el 10 de octubre pasado les negó a ambos proyectos la autorización en materia de impacto ambiental, permiso sin el que podrían obtener ninguno más para realizar la obra.
Riesgo de colapso
Recordó que el ingeniero Wilbert Esquivel realizó un análisis de la estructura de Adamar y concluyó que hay errores que podrían provocar que colapse.
«Queremos pensar que estos proyectos son un parteaguas, que han demostrado a muchos ciudadanos lo corroído que está Quintana Roo en términos de corrupción, hasta donde se ha llegado a permitir esta corrupción en los temas inmobiliarios, que sea un parteaguas para que la gente conozca más la existencia de estos delitos urbanos», aseguró.
Explicó que los departamentos empezaron a ser comercializados por inmobiliarios, lo que dijo es ilegal porque carecían de permisos. Y el caso servirá de ejemplo para que la población entienda que esta lucha por evitar la obra, no se basa en la idea romántica de salvar a las tortugas marinas que desovan en la playa de Adamar, sino para cuidar en general el entorno.
Exigir «un permiso involucra estudios, los daños, las consecuencias, las medidas de mitigación, que en teoría deberían reducir los impactos. Pero si ni siquiera conocemos esos impactos porque al final no hay nadie que haga un estudio y como vimos en el caso de Adamar y, desafortunadamente, es lo que pensamos que sucede con Maiim», dijo.
Esto traerá como consecuencia que se afecte la imagen del destino así como la pérdida de confianza para invertir en Tulum.
El sector inmobiliario comercializa las unidades del condominio Adamar en alrededor de tres millones de dólares, mientras que los de Maiim rondan en los 967 mil dólares.
En ambos casos, señala la abogada, los anuncios en internet, los espectaculares y en las redes sociales, venden a los interesados «un cacho de paraíso» porque muestran vistas al mar, laguna o la selva de Quintana Roo. No venden concreto ni muros de los vecinos. Y justamente, estos proyectos están acabando con todo lo que prometen.
Con información de Grupo Pirámide