Por Leslie Gordillo/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Las nuevas restricciones que impuso el gobierno estatal en Quintana Roo, para disminuir los contagios por COVID-19 y que incluyen un cierre anticipado de negocios, podría significar, en breve, la quiebra de por lo menos 3,500 restaurantes.
En carta firmada por el presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), Germán A. González y dirigida al ejecutivo estatal, Carlos Joaquín González, se le expuso la preocupación del sector, que ha sido uno de los más afectados por la pandemia, con importantes pérdidas económicas y, sobre todo, de empleos que afectan a miles de familias quintanarroenses.
“Desde la industria le hacemos un llamado de auxilio. Los restaurantes han sobrevivido solos, sin apoyos significativos; están en riesgo de quebrar de los 9,775 un total de 3,500 restaurantes en la entidad, ya no hay ahorros de los que se pueda echar mano y falta mucho tiempo para que el sector recupere los niveles de ventas que tenía antes de la pandemia”, detalló Marcy Bezaleel Pacheco, presidente de CANIRAC Cancún.
En la carta se indicó que tras el aviso de reducir aforos y horarios, inició la preocupación, pues si bien se entiende que la meta es disminuir contagios y número de hospitalizados, desde el sector se implementó el protocolo Mesa Segura con las recomendaciones y lineamientos nacionales, internacionales y de las autoridades sanitarias.
Esto, agregó, implicó inversiones que no estaban contempladas como son equipamiento para el personal, sanitización, tapetes, termómetros, capacitación, etc., que han permitido tener espacios seguros y así lo han demostrado estudios nacionales e internacionales. En Quintana Roo la disminución de los contagios continuó incluso cuando ya había un mayor aforo y horario.
“Lamentablemente, durante el pasado periodo electoral fuimos testigos como en la gran mayoría de los eventos políticos de los distintos partidos políticos no se cumplieron con las medidas sanitarias. Señor gobernador, si están aumentando los contagios no es por la industria restaurantera, sino por la negligencia de los actores políticos y de quienes no cuidaron que esto no sucediera. No le haga pagar a los restaurantes los platos rotos”, solicitó.
La realidad, se mencionó en la carta, es que quienes más resienten las medidas son los meseros, cocineros, ayudantes, parrilleros, cajeros porque dejan de recibir su salario y propinas, las cuales son un recurso muy importante para mantener a sus familias; así como la cadena productiva que está detrás de los restaurantes, es decir a los proveedores locales que venden a estos lugares (panaderos, tortilleros, productos agrícolas, etc.) que dejan de recibir pedidos.