Francisco J. Rosado May
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La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, anunció la semana pasada, en la mañanera, la creación de una Agencia de Seguridad Alimentaria en Quintana Roo. El anuncio provocó varias reacciones no solo en Q. Roo, sino en otros estados también; la mayoría fueron en el sentido de querer conocer más detalles de la Agencia, otras reflejaron escepticismo.
Por un lado, la idea de la agencia es innovadora, diferente a los proyectos que en materia del campo se han desarrollado en otros sexenios. Por otro lado, se necesita de una visión integral y amplia para atender el rezago alimentario de casi un tercio de la población del estado y de más de la mayoría que vive en condiciones de pobreza. En este sentido es importante conocer experiencias internacionales que pueden enriquecer la propuesta gubernamental.
En Latinoamérica el ejemplo más conocido por su éxito en la implementación de una Agencia de Seguridad Alimentaria, fue Brasil durante el primer periodo de Lula, con un programa conocido como Hambre Cero (ver reporte de OXFAM en https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/133970/cs-fighting-hunger-brazil-130711-es.pdf;jsessionid=AA2C5C6BC4EAEEA08B88539AFEF5F0F3?sequence=5). El caso exitoso de Brasil se debió a la adecuada y eficaz articulación de los siguientes factores: 1. Gobierno visionario, innovador, descansando en personas con experiencia y excelente formación; 2. Organizaciones internacionales como FAO, BM, la Comisión de Seguridad Alimentaria (CFS, https://www.fao.org/cfs/en/), el Programa Mundial Alimentario (WFP, https://www.wfp.org), dispuestos a asesorar y apoyar con financiamiento; 3. La articulación del programa Hambre Cero con la academia, promoviendo investigación científica de alto nivel con enfoque agroecológico y la formación de capital humano en diferentes niveles, desde campesino a campesino hasta doctorado; 4. La creación de una estructura gubernamental eficaz, donde había liderazgo, experiencia y apoyo político del más alto nivel; 5. La articulación eficaz de la producción con la conservación del medio ambiente y la creación de negocios.
Al terminar Lula su gestión gubernamental, los elementos estructurales y conceptuales que cimentaron el funcionamiento de la Agencia de Seguridad Alimentaria se erosionaron, al grado que la pobreza alimentaria regresó a Brasil pero complicado con otro factor ambiental que puso a temblar a todo el mundo. Brasil ya no captura Carbono, sino que lo emite al ambiente y mucho es por el cambio en el paradigma de producción que se inclinó a alejarse de la agroecología, a descansar en insumos químicos y a ampliar la frontera agrícola. Hoy Lula tiene un reto enorme y tendrá que innovar para sacar a Brasil de sus niveles alarmantes de pobreza económica y alimentaria.
Otro ejemplo es el de la India. En el estado de Andhra Pradesh un grupo de personas preocupadas con la pobreza, pérdida de productividad en el campo y conocedores del potencial que tiene la experiencia empírica de las comunidades, desarrollaron un modelo conocido como Agricultura Natural de Costo Cero (ZBNF por sus siglas en inglés, https://www.unep.org/fr/node/21817). Una de sus técnicas iniciales y altamente eficaz consiste en remojar las semillas en un extracto que se hace a partir de orina de ganado vacuno y plantas de sus regiones. Las semillas tratadas así mostraron tolerancia a cambio climático, sequía, baja fertilidad, plagas y enfermedades.
La próxima entrega abundará sobre la experiencia en la India.
Es cuanto.