Francisco J. Rosado May
El 24 de abril se llevó a cabo una reunión en Chetumal con la presencia de la Representación de la FAO en México, Lina Pohl, y funcionarios federales relacionados con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID, https://www.gob.mx/amexcid) quienes presentaron el programa Mesoamérica sin Hambre y el Frente Parlamentario contra el Hambre (http://parlamentarioscontraelhambre.org).
La reunión del 24 de abril fue para presentar a dichas personalidades la creación y operación inicial de la Agencia de Seguridad Alimentaria del estado de Quintana Roo. Asistieron representantes de diversas Secretarías del gobierno del estado, del COQCyT, y del gobierno federal.
Los visitantes consideraron que la creación de la Agencia es una decisión pertinente e inteligente que además de ser un componente muy importante en el esquema de Nuevos Acuerdos (https://nuevoacuerdo.org) que guía el quehacer del actual gobierno estatal, también pretende alcanzar metas compatibles con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, establecidos por la ONU, y que además es una figura que se puede articular a los esfuerzos internacionales por parte de la FAO, AMEXCID y otras como la Coalición de Alimentos Escolares, la Coalición de Agroecología y, especialmente, la Coalición de Sistemas Alimentarios de los Pueblos Indígenas, que fueron creadas como uno de los resultados de la Cumbre Mundial de Sistemas Alimentarios que organizó la ONU a finales de 2021.
La Agencia Alimentaria de Quintana Roo lleva a cabo acciones alrededor de un objetivo claro: eliminar el hambre en Q. Roo y establecer condiciones para que los sistemas alimentarios avancen hacia la sostenibilidad. Para alcanzar este objetivo, ambicioso pero pertinente, son necesarios dos grandes componentes. El primero es el de la articulación del quehacer de diferentes secretarías y municipios, suma de esfuerzos que se transformen en sinergias, trabajando en forma innovadora y transparente. El segundo componente, de ahí la presencia de FAO y AMEXCID, es el de incorporar los elementos conceptuales y metodológicos que se están desarrollando en el planeta, alrededor del mismo objetivo de la Agencia Alimentaria, para tomar decisiones adecuadas en su operación.
Para ilustrar el segundo componente está el tema de la alimentación escolar. Actualmente el Programa Mundial de Alimentos (https://es.wfp.org), de la ONU, está evaluando cómo se está llevando a cabo la alimentación escolar en Latinoamérica y el Caribe, especialmente en comunidades indígenas.
Un programa de alimentos escolares bien evaluado es aquel que usa productos y dietas locales, impulsa el desarrollo de sistemas de producción tradicionales y la eliminación de agroquímicos tóxicos. Respeta la cultura local, los derechos humanos, promueve una gobernanza eficaz, igualdad de género, biodiversidad y un ambiente de paz en la comunidad. Hay que notar la concurrencia entre estos elementos y los que mencionaron los niños en el X Parlamento Infantil de la XVII Legislatura del Congreso de Q. Roo. La Agencia juega un papel preponderante en el derecho de los niños a una vida feliz, sin hambre, con nutrición, salud y educación de calidad.
Para alcanzar una implementación adecuada de alimentos escolares, como se señaló, se necesita obligadamente de descansar en investigación científica de alto nivel. Y para eso es obligado un programa estatal de posgrado, incluyendo doctorado, en agroecología, como ya se ha propuesto en este espacio.
Los representantes de FAO y AMEXCID se llevaron la percepción de que los ingredientes para una exitosa agencia alimentaria están presentes en Q. Roo; con el plus de que en puestos de alta dirección hay jóvenes con muy buena formación, interactuando con personas de mayor edad que aportan experiencia.
Veremos el resultado en la primera evaluación internacional dentro de un año.
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