Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- Grupos ambientalistas como Amigos de Sian Ka’an, Geo Alternativa, Agua Clara y SELBA son “caballos de Troya” del capitalismo salvaje que se prepara para apoderarse del control del agua y las zonas turísticas a lo largo del Tren Maya, con lo que despojarían al pueblo maya y a los pobladores históricos de la región centro sur de Quintana Roo de sus derechos para acceder al desarrollo socio económico, advirtió el Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar.
Por conducto de su vocero, Roberto Salgado y de la investigadora, María Luisa Villarreal, el organismo ciudadano señaló que desde Tulum, Felipe Carrillo, Bacalar hasta Chetumal, estos grupos, en algunos casos con el apoyo de funcionarios del Gobierno federal, Estatal y Municipal, tratan de incidir de forma unilateral en la actualización de los Programas de Desarrollo Urbano –PDU-, en los Programas de Ordenamiento Ecológico –POEL- de los municipios y presionan para que se implementen hábitats críticos y esquemas de desarrollo turístico que les permita la administración de los diversos cuerpos de agua, como en el caso de la Laguna de Bacalar.
Estos grupos ambientalistas están muy bien organizados y cuentan con financiamientos de Fundaciones de banqueros y capitalistas nacionales e internacionales. “Supuestamente son organizaciones sin fines de lucro, pero reciben recursos millonarios por cada reserva que impulsan, en tanto que no pagan impuestos, no otorgan prestaciones a sus empleados ni tienen obligaciones patronales, además de que sus finanzas no son auditables al público; solamente rinden cuentas a sus socios, que son grandes capitalistas, quienes ya olieron el dinero alrededor del Tren Maya.
“La estrategia de estos grupos supuestamente ambientalistas corre en varios frentes y en diferentes tiempos de acuerdo a los proyectos. Por un lado, como fue el caso de Carrillo Puerto, ya constituida la reserva de la biósfera de Sian Ka’an y para aminorar las críticas del pueblo maya que ya no puede acceder a sus tierras originales, se presentaron con una visión paternalista, ofreciendo un apoyo mínimo a las comunidades para que puedan crear cooperativas turísticas y artesanales, en tanto que los verdaderos recursos de valor, que son la tierra y el agua están siendo coptados por instrumentos legales en beneficio de los grandes capitales que son los que podrán construir la infraestructura turística alrededor de un proyecto de la magnitud del Tren Maya. Esta nueva forma de despojo está reafirmada con lo que sucede adentro de la Biósfera de Sian Ka’an, en donde por medio de contubernios y dudosos permisos ambientales, se ha permitido que un selecto grupo de millonarios haya construido desarrollos turísticos “ecológicos” y fastuosas y exclusivas residencias; lo mismo hicieron en el caso de Xcalak, en donde el desarrollo está detenido, mientras que persiste la depredación del caracol y la langosta. El caso de Yum Balam también es emblemático porque después de 25 años publican un Plan de Manejo restrictivo para el desarrollo de los pobladores locales pero abierto para los grandes capitales.”
El Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar, recientemente constituido con la participación de investigadores, pobladores históricos, biólogos y ejidatarios, enviará al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, una carta solicitándole su intervención para que los beneficiados con su proyecto emblema, el Tren Maya, sea el pueblo maya y los pobladores históricos y no éstos grupos ambientalistas y capitalistas.