CANCÚN.- El semáforo sanitario está en rojo y el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió reiniciar sus giras de trabajo en una primera jornada de “nueva normalidad” en la que pidió disciplina así como acatamiento de las disposiciones de salubridad.
Este lunes, el plan de regreso a la “nueva normalidad”, dejó en manos de los gobernadores la implementación de acciones sanitarias a partir de un semáforo que en su color rojo refleja un alto nivel de contagio y, por lo tanto, la suspensión de actividades como ocurre desde hace dos meses. Con excepción de Zacatecas, todos los estados de la República están en rojo.
“Si no lo hacemos de manera ordenada, con disciplina y se presentan contagios y rebrotes, pues entonces vamos a volver a cerrar” dijo el presidente.
Reapertura, solo para actividades esenciales
Este lunes entraron en operación empresas de los sectores de la construcción, automotriz y minero, aunque no como parte de una reapertura, y sí por su inclusión como actividades esenciales mientras que el resto se reabrirá regionalmente conforme al semáforo, una herramienta a la que el vocero de la estrategia, Huego López-Gatell, ha dicho es indispensable atender o de lo contrario habrá rebrotes. En los hechos, la posición de la salud pública es que se mantiene el cierre.
En su alocución al respecto, el mandatario expuso que las medidas sanitarias son una recomendación, reiterando que lo hará sin medidas autoritarias.
Añadió que, en la visión sobre la pandemia y las acciones de reapertura, hay distintos enfoques, entre estos el económico, y remató:
“Nosotros como servidores públicos tenemos asegurados nuestros sueldos, cobramos cada 15 días, cada mes, pero hay muchos mexicanos que se buscan la vida día con día”.
Tabasco relajó las medidas
El mandatario expresó especial preocupación por su estado natal, Tabasco, donde se registró un rebrote del virus debido a que sus paisanos relajaron las medidas de confinamiento.
“Tabasco, es donde tenemos todavía más problemas. (…) hí hubo una especie de rebrote, estaba a la baja, se relajó la disciplina y hubo un rebrote y eso es lo que se está padeciendo actualmente”, reconoció el mandatario al responder a un cuestionamiento sobre la situación en el país.
López Obrador destacó en la Ciudad de México hay una situación controlada y una disminución, aunque lenta de contagios.
“Aquí (Quintana Roo) ya se dijo, hay un descenso; muy claro el descenso en Tijuana (…) también descenso, no como quisiéramos, pero a la baja (…) Tuvimos una situación de incremento de casos en Acapulco, pero ya se restableció, se controló. Ahí más que nada por el número de camas que se requerían con ventiladores, ya se resolvió, tenemos ya camas disponibles con ventiladores y no ha crecido el número de infectados”, explicó.
El mandatario refirió que los estados del sureste son lo menos afectados y que, en Chiapas, aunque ha crecido el número de contagios en los últimos días la situación no es alarmante.
Abre la puerta a pruebas rápidas
López Obrador también fue consultado sobre la aplicación de pruebas rápidas, que han sido una exigencia de algunos gobernadores, y a las que se ha opuesto el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell.
Al respecto, dijo que debe aceptarse “todo lo que pueda ayudar” a enfrentar la pandemia.
“Todo lo que ayude se debe de permitir, nada se debe de desechar si es para, primero, saber si hay una persona infectada, contagiada. Todo lo que se haga en esa materia debe de permitirse, no debe de impedirse.
“Hay nada más que saber el grado de efectividad de las pruebas rápidas, creo que ahí es donde existe la discrepancia, la polémica, sobre el porcentaje de efectividad de esas pruebas. Pero yo creo que podemos llegar a un acuerdo”.
Luego recordó que según datos de los funcionarios del sector salud, la efectividad es del 50% por lo que de cualquier forma se requeriría confirmar el diagnóstico mediante una prueba de laboratorio.
Con información de Proceso