Leslie Gordillo/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- El olor a cempasúchil y humo de veladoras se percibe en los pasillos del panteón Los Olivos, así como en muchas ofrendas hogareñas con motivo del tradicional Día de Muertos. Las visitas comenzaron a registrarse desde el pasado domingo, pues muchos aprovechan sus días de descanso para hacer la limpieza de tumbas, colocar flores y ofrendas, otros más acudieron el lunes y este martes, para evitarse la elevada concurrencia que se espera este 2 de noviembre.
Y es que tras la pandemia, la situación prácticamente ha retornado a la normalidad, pero muchas familias decidieron aprovechar el descanso escolar para acudir en familia y perpetuar esta tradición de visita a las tumbas de los familiares que han perdido la vida.
Ante este movimiento en los panteones, la autoridad municipal cumplió con la limpieza de los espacios, mantiene un operativo de seguridad, incluso con participación canina, aunado a las actividades culturales y recreativas para los asistentes.
La tradición dicta que el 30 de octubre debió prender una veladora y colocar un vaso con agua, además de un pan blanco, para los difuntos que se fueron sin comer o que tuvieron un accidente, para los olvidados o quienes no tienen familia que los recuerde.
El 31 de octubre se dio la bienvenida a los niños que murieron sin ser bautizados, dedicado a los infantes que están en el limbo o que nunca nacieron. Mientras que este 1 de noviembre es el Día de todos los Santos, cuando llegan las almas de quienes murieron en su infancia, hasta antes de los 12 años.
Para llegar finalmente al 2 de noviembre, conocido como el día de los Fieles Difuntos, almas que llegan a recoger y comer las ofrendas que se les colocaron en el altar, para quienes se quema incienso de copal y se coloca el camino de cempasúchil.
El Día de Muertos es sin duda un momento de tristeza para quienes han perdido a un ser querido, pero también de alegría porque la tradición consuela con el retorno de sus almas y por ello se les acompaña con sus platillos y bebidas favoritas, y por qué no, con las piezas musicales con las que se les recuerda o alguna otra ideal para el momento.